(Aquí la primera parte…)
Vamos a continuar este resumen teatral del año que se acaba, que nos obliga a hacer memoria, algo que nunca viene mal…
ABRIL. Había empezado la primavera y la polémica Matadero y sus artes vivas seguía en marcha. Incluso había gente que estaba en contra no solo de la programación del Matadero, sino también de la del Teatro Español (y ya veremos qué pasará cuando se presente en junio la programación de la nueva temporada del Canal…)
Y nosotros, mientras unos y otros discutían, vimos muchas cosas… Cantamos y nos emocionamos con Gloria Albalate y Ellas… mis muertitas en el Teatro Lara… Me cayó una cámara en la cabeza (sí, lo podéis leer pinchando en este link y podéis reíros a gusto) viendo La Viejecita en el Teatro de la Zarzuela, y es lo único que recuerdo de esa función, el susto… Nos explicaron la historia del teatro un domingo antes de comer, en La Teatropedia, en Nave 73. Nos aburrimos mucho en Las bicicletas son para el verano en el Fernán Gómez y en La vida es sueño en el Canal. Observamos el comportamiento de un extraño matrimonio en Los buitres en el Teatro Lara y comprobamos que a La Mayordomo no se le resiste nada. Conocimos a otro matrimonio con problemas en Sed , también en el Lara. Y vimos nuestra primera obra en el nuevo Matadero, Atlas Madrid, en la que la gente hacía cola para entrar y no recordábamos haber visto nunca antes tanta gente junta en Matadero, ni siquiera para tragarse a la Portillo.
Cola para entrar a ver Atlas Madrid en Matadero
De Blackbird en el Pavón no nos convencieron algunas cosas de dirección, como una cancioncilla… La cena del Rey Baltasar, que vimos en El umbral de primavera, que tanto éxito había tenido y cuyo montaje es tan exquisito, no lo entendimos. Con En la orilla, en el Valle Inclán, aprendimos mucho sobre la corrupción. Nos divertimos bastante en la Abadía con La ternura (aunque nos pareció algo alargada) y también con Shake. Y nos reímos un montón con Este es un país libre y si no te gusta vete a Corea del Norte, en Nave 73.
Coloquio tras Blackbird. Los coloquios puntúan doble…
Nos desconcertaron Refugio en el María Guerrero y Trainspotting en el Pavón. Se nos olvidaron pronto Addio del passato en el Fernán Gómez, El pack en el Canal y Extraños mares arden, en el Español, dentro de su festival ZIP. Y repetimos Hablando (último aliento) en el María Guerrero para pillar lo que no habíamos entendido la primera vez. Y para finalizar el mes, dos chicas con un par de linternas nos contaron La vida es sueño de Calderón en un sencillo y efectivo montaje llamado Rosaura que vimos en el Corral de Alcalá de Henares.
MAYO. Ya se notaba el calor primaveral y nosotros seguíamos yendo al teatro incansablemente… A primeros de mes, las mujeres de La Belloch desembarcaron en el Teatro Galileo con dos obras que nos gustaron bastante, Vientos de levante y Verano en diciembre, y lloramos bastante con ambas.
Paola Ceballos y Carolina África en Vientos de levante
Unos jóvenes nos mostraron todo el poderío de Lorca con El agua que se va en el Teatro de las aguas. La Familia Flöz hizo de las suyas en el Canal con Infinita. Vimos un hipnótico montaje muy polaco que ha estado dando guerra casi hasta final de año en Réplika: El éxtasis de los insaciables. De La Purissima se lució en el Teatro de la Zarzuela sobre un suelo de espejo (que cubría todo el patio de butacas, y que era el escenario de la zarzuela que estaba en cartel) con más de 15 personas en escena…
Jesús Barranco le recita un poema a Irene Escolar
antes de entrar al estreno de Sueño en la Abadía
Me dio algo de sueño Sueño en la Abadía, mucho más que el que me había dado Sueños en la Comedia el mes anterior. Hicimos la escapada anual a Titirimundi a Segovia y vimos algunos títeres…
Todo preparado para una funcion de títeres
en la plaza de Juan Bravo de Segovia
En mayo también nos sorprendió el cartel del Festival Surge Madrid, pues en él se leía bien grande «POESÍA», en dos líneas, «POE» en la primera y «SÍA» en la segunda, y nos preguntamos si era una imagen idónea esa para un festival de artes escénicas (y no tenemos nada contra la poesía, ¿eh? Allá cada cual, si uno si quiere aburrirse cual ostra leyendo versos, es muy libre de hacerlo…) Pero finalmente poco pudimos ver del Surge.
Nos lo pasamos de lo lindo con Intarsi en el Price, con Fuenteovejuna en la Comedia y con Cuando caiga la nieve en Guindalera. Vimos a Nacho Sánchez dar saltos sin descanso en Iván y los perros en el Español. También estuvimos pendientes de grandes dramas de la literatura universal con Ana Karenina en el Pavón.
JUNIO. Este mes comenzó fuerte con el Festival de Otoño con Rodrigo García y su montaje 4 creando polémica en el Canal, para después mostrarnos Oskaras Korsunovas y su compañía lituana un Hamlet, que estuvo muy bien, pero no tanto como La gaviota que trajeron al Valle Inclán un par de temporadas antes. Lo mejor del Festival de Otoño es que organiza encuentros con las compañías, ya sea tras la función o encuentros mañaneros, como el que tuvimos con Korsunovas:
Encuentro con Oskaras Korsunovas y su compañía
en la Sala Negra del Canal
Admiramos a Fernanda Orazi en Barbados, etc en el Pavón. Visitamos varias veces Alcalá de Henares para empaparnos del Festival Clásicos en Alcalá, y vimos desde una algo aburrida Ricardo III (de una compañía inglesa) hasta un juicio a Hamlet llamado Please, continue, Hamlet, en el salón del plenos del ayuntamiento, y en el que Hamlet era juzgado por haber matado a Polonio, y los testigos eran Ofelia y Gertrudis, y el juez, el fiscal y el abogado defensor no eran actores, sino que eran de verdad. De verdad de la buena.
Nos encantó MDLSX en el Matadero, de la compañía italiana Motus, y felicitamos a Mateo Feijóo por traerlo. Casi nos perdemos la magnífica El coleccionista, pues llegamos por los pelos a su última función a esa sala que esconde muchas cosas interesantes: Arte & Desmayo.
La obra más densa de este 2017 fue Inconsolable, en el María Guerrero, con un incombustible Fernando Cayo. Vimos también una aventura sobre la memoria histórica en el Teatro del Bosque de Móstoles: Donde el bosque se espesa, de la compañía Micomicón, que irá en mayo de 2018 al Español. Repetimos La respiración en la Abadía y nos volvimos a reír bastante. Y para terminar el mes, incluso vimos una comercial El príncipe y la corista, en el Alcázar, con un actor (el criado italiano) muy gracioso, el más divertido de la función.
Además, se presentó la nueva temporada del Teatro Español, con más novedades que gustaron poco al público más clásico, y alguna fallida intervención en el turno de preguntas.
Manuela Carmena y Carme Portaceli
presentando la temporada 2017/18 del Español
Y se acabó el mes con otro gran evento muy esperado: el día 28 de junio se presentó la programación de Álex Rigola y Natalia Álvarez Simó para la temporada siguiente en los Teatros del Canal. El acto, en una Sala Negra a rebosar, fue muy polémico, porque los defensores del «teatro teatro» volvieron a ver amenazados sus intereses. En la programación que nos enseñaron estaba lo más de lo más de lo que triunfaba en Europa, y entonces el Canal se iban a dejar de programar los montajes del estilo que había reinado allí desde que se abrió. Desde ese mes de junio hay gente que sigue enfadadísima y que no ha vuelto a pisar ni el Matadero, ni el Español ni el Canal. Pero realmente la temporada Canal no empezaría hasta octubre… Ahí estudiaremos más a fondo el tema, y sus repercusiones…
Presentación de la temporada del Canal en junio de 2017
Y ya a finales de junio hacía un calor tremendo, pero seguíamos yendo al teatro…
Continuará…
@nico_guau
