La película de culto Blow-Up de Michelangelo Antonioni (1966) ocupa un lugar central en la historia del cine y también del arte y de la fotografía. Ha sabido mostrar como ninguna otra las diferentes áreas por las que es capaz de transitar la fotografía. La exposición en el Fotomuseum Winterthur presenta en distintas secciones las interrelaciones que existen entre la película y las fotografías que se hicieron de ella o durante el proceso de su rodaje. Una maravilla y no solo para los amantes de Blow-Up.