En un lugar del Quijote se presenta como una obra que incita a plantearse cuestiones que trascienden la temporalidad. El mito cervantino dice no haber muerto y así se confirma con el parecido que su época guarda con nuestra actual crisis de principios de siglo, donde ya no importa si es Rocinante o cualquier otro quien nos conduce a nuestro destino. Yayo Cáceres dirige así una obra inmersa en un necesario espíritu dialéctico que se muestra a medio camino entre la tradición y la modernidad, apelando a la reflexión a través del texto, la interpretación y la música que la compañía Ron Lalá lleva a las tablas del Teatro Pavón de Madrid. Además, la adaptación de la obra presenta una duplicidad de planos que permite compartir al Quijote protagonismo con su autor, sirviendo Cervantes no solo a la interpretación y explicación de la acción, sino también como un medio para indagar en los mundos interiores de uno de nuestros más célebres escritores. Carcajadas, críticas e ingenio quedan más que garantizadas en un espectáculo que pretende revivir la imagen de la sociedad quijotesca que España sigue siendo.