La relación entre la fotografía y la violencia de los conflictos en tiempos de guerra se materializa en esta exposición de la Tate Modern donde se refleja el concepto del tiempo histórico como parte misma del proceso fotográfico. Las imágenes que se exhiben están pertenecen a un mismo contexto –el de la guerra–, aunque se enmarcan en momentos diversos, observándose las diferencias entre el durante, el inmediato después y el largo periodo que se abre tras del conflicto. Fotógrafos de todo el mundo que cubrieron las guerras de los siglos XIX, XX y XXI firman estas obras en las que la lúgubre voz de la guerra se muestra con la misma hostilidad sin importar a qué época pertenezca la imagen inmortalizada.