Durante su racha de desánimo e inseguridad creativa Jackson Pollock escribió una carta a su hermano mayor, Charles: “Me hace feliz saber que te interesas en el arte. ¿Se trata de un interés general o de verdad piensas seriamente en la idea de convertirte en pintor?”. La respuesta a esa pregunta fue un sí. Charles, un artista culto, sensible, ha dejado de ser el hermano fantasma en la retrospectiva más completa sobre su obra jamás realizada, en el museo Peggy Guggenheim de Venecia.