Pocos se encuentran con sus propios fantasmas y menos son aquellos que se atreven a retratarlos. Luis González Palma es uno de los que utiliza la fotografía para retratar sus espíritus, sus culturas y sus miedos. Constelaciones de lo intangible es una retrospectiva de 1988 a 2015 del artista guatemalteco que repasa las incógnitas de la identidad, la memoria, la introspección y la intimidad de los invisible. “La mirada contemplativa está bien, pero me seduce más que se acompañe de un movimiento del cuerpo: atravesar un espacio, tener conciencia de tu ser y de que la misma cosa siempre la ves desde diferentes puntos de vista”, asegura el fotógrafo en una entrevista al periódico ABC. El objetivo de su fotografía es entender la diversidad étnica y cultural latente en su Guatemala natal, a través de la mirada de los entes que inundan sus instantáneas. Evoluciona, dejando atrás el contexto sociopolítico, para bucear en una reflexión más introspectiva y personal, y después abrirse paso a los espacios y las metáforas del mundo emocional del fotógrafo.