Decía San Agustín que hay que obedecer más a los que nos enseñan que a los que nos mandan. Ahora, el Museo Judío de Berlín presenta Obediencia, una exposición donde los artistas Peter Greenaway y Saskia Boddeke relacionan la violencia de nuestros tiempos con el mito de Abraham, y cómo estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo en una cima de Moriah, en nombre de Dios. A través videojuegos, repaso por la historia del arte, esculturas de ovejas y cuernos de cabra apelan a nuestra conciencia y, de paso, a los límites de la fe en las religiones.