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Mientras tantoColombia. El derecho a comprender el espacio desde la niñez

Colombia. El derecho a comprender el espacio desde la niñez

La Tierra y otras escuelas   el blog de Jorge Raedó

 

Conferencia de Olga Lucía Olaya Parra sobre la exposición «Colombia» en «Ludantia I Bienal» en Pontevedra, Galicia, España, el 10 de mayo de 2018. Puede ver el resto de seminarios y ponencias de la I Bienal de Pontevedra en youtube.

Reproduzco el texto que Olga Lucía Olaya Parra escribió sobre la exposición «Colombia» para el catálogo de «Ludantia. I Bienal Internacional de Educación en Arquitectura para la Infancia y Juventud».

Dicha exposición fue comisariada por Jorge Raedó, con la colaboración de Olga. El Museo de Arquitectura Leopoldo Rother de la Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, con su director Memet Charum y su diseñador gráfico Ricardo Navas, se encargó del diseño gráfico de la exposición.

«Ludantia. I Bienal» se celebró del 10 de mayo al 18 de junio de 2018 en Pontevedra, Galicia, España. Constó de tres exposiciones, un encuentro profesional de tres días, la expo-activa y talleres para infancia, llamado a comunicaciones académicas… En este artículo lo detallo. Pronto publicaré artículos sobre «Ludantia. I Bienal» en Bogotá y en Lima.

«Ludantia I Bienal» está organizada por el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia y fue financiada en Pontevedra por la Xunta de Galicia, Diputación de Pontevedra y Concello (Ayuntamiento) de Pontevedra.

«El derecho a comprender el espacio desde la niñez» Olga Lucía Olaya Parra

 

31 espacios construidos a partir de la reflexión y la comprensión

de la incidencia del espacio en la atención y la educación integral de la niñez colombiana

  

Se apaga un televisor.

Se abandona un concierto.

Se duerme en cine.

Se apresura en minutos la visita una galería.

Pero es imposible no ver, no vivir, no recorrer ese enorme y desconocido contexto llamado arquitectura. (1)

 

Gracias a conversaciones sostenidas con el arquitecto y formador Pedro Urbano, quien siempre se ha preocupado por las instancias de educación en arquitectura, retomamos un libro de referencia de Bruno Zevi, “Saber ver la arquitectura” (2)en el que reclama desde 1948 la ausencia de una línea formativa intencionada en la vida de todo ser humano. En este libro, el italiano hace notar el hecho de que la arquitectura nos envuelve en la vida cotidiana y de que la ausencia comprensiva de la arquitectura nos impide habitar los espacios. Mucho me temo que nuestra vivencia aún no dista mucho de la percepción de Zevi.

Desde esa inquietud, Ludantia establece un privilegiado lugar de enunciación y encuentro para reconocer múltiples voces disciplinares que interpelan el derecho a comprender el espacio y posicionan la oportunidad trasformadora que logra la presencia de la educación en la arquitectura. Esta versión de Ludantia implica el concepto de espacio público bajo el título: Habitar desde lo lúdico: del patio escolar a la ciudad como tablero de juego.

Motivado por esta mirada, el Director artístico de Ludantia, Jorge Raedó, ha invitado arquitectos, educadores, artistas, diseñadores y políticos (3), que llegan a modelar instancias en las que puedan confluir nuevos territorios de sentido para la infancia y la juventud en Colombia. A través de programas, proyectos y planes de inversión, se quieren instaurar sensiblemente apuestas innovadoras para transformar desde la arquitectura las infraestructuras escolares y crear escenarios lúdicos de interacción y exploración para la infancia.

Paralelamente, a través de Ludantia se han identificado alternativas formativas para incidir positivamente en la educación inicial, básica, media y superior, en la oferta informal de formación para la apropiación; así como en instancias de tránsito y disfrute de la ciudad. Somos conscientes de que en este primer listado de 31 propuestas no se agota lo que se está realizando en el País, pero sí se logra una aproximación sensible de muchos agentes políticos, educativos y culturales gratamente comprometidos con el tema que nos convoca.

 

Comprender el espacio, derecho cultural impostergable 

Reconocer el derecho a comprender el espacio hace parte del currículo tácito y silente. Revisitar lo habitado, y el lugar que al habitarse se lee, se vive y se transita en modo consciente, es el lugar de enunciación de nuestra exposición. Habitar desde lo lúdico ha sido la premisa para reflexionar desde nuevos pretextos habitables. Arquitectura que escucha las necesidades, que reconoce a los sujetos que la habitan y que promueve la interacción desde el juego, para hacer apropiación comprensiva del espacio natural y construido en la ciudad.

Los sujetos activos y co-partícipes de la comprensión del espacio, involucran una nueva perspectiva de interacción cultural y pedagógica donde convergen saberes y prácticas. En esta exposición se dan cita miradas críticas a la comprensión. Allí es donde la lúdica se encuentra con la educación a través de la arquitectura, nuevas comprensiones de orden biológico, simbólico y social; una unidad que se opone a ser separada en partes y que reclama potenciar capacidades en niños y jóvenes, desde múltiples dimensiones -sensible, emocional, cognitiva, física, psicomotora, creativa y estética.

A su vez, el espacio en los procesos de interacción pedagógica formal desde la arquitectura comprende en su integralidad y complejidad, tanto al espacio-habitado, como al espacio deshabitado; a los sujetos partícipes del espacio y a los sujetos haciendo su espacio; cada una de ellas son entre muchas, formas de estar o constituir lugar, territorio y sentido de arraigo, identidad y pertenencia. Con los ejemplos que compartiremos de Colombia, reconoceremos en la niñez la voz material del espacio, precisamente desde esos sujetos que agencian conocimientos, sentimientos, emociones y expresiones en los espacios donde juegan e interactúan. Con ellos, se pone de manifiesto que la educación en arquitectura es tan individual como social, tan racional como emocional, tan corpórea como espiritual; que al propiciar interacciones y conexiones, tanto en el espacio público como en el espacio privado, se generan entornos potenciadores de nuevos aprendizajes que contribuyen al desarrollo de una vida plena y feliz.

El espacio cuenta con atributos realmente complejos que no solo comprenden lo que “es” por su carga construida o natural, sino lo que “es” y lo que se “hace” en el mundo como práctica cultural que solo puede leerse en sus contextos, en sus relaciones con los otros y sus entornos. Los espacios construidos se estudian desde la arquitectura, que dialoga con los sujetos desde los modos de relacionarse en y con las casas y edificios que habitan, los parques y contextos naturales que cuidad y disfrutan, las personas en sana convivencia, sus roles y funciones, enmarcados por historias y memorias, que connotan identidad y pertenencia. 

La percepción del espacio es a la vez razón y sensación vital, promueve el conocimiento como experiencia vivencial, no como un estadio de recolección de información perceptiva y sensible que luego se elabora en otro tipo de conocimiento. Este conocimiento como experiencia vivencial no necesita una legitimación externa, sino un reconocimiento: un espacio de diálogo en la acción y la palabra, para contaminar y contaminarse de otras experiencias.

Así, para habitar el espacio desde lo lúdico y comprender el juego, debemos entrar en una situación en la cual no podemos atender sino el presente, el presente situado, el lugar, el contexto. Humberto Maturana y Gerda Verden-Zöller en “Amor y Juego” (2003), proponen que los seres humanos adquirimos nuestra conciencia individual y social a través de la conciencia corporal y social que adquirimos en el libre juego. Nosotros le sumaríamos a esta premisa, nuestra conciencia espacial, como concepto de acogida en el tablero de juego.

Esta concepción plantea un entendimiento del mundo como materia-fuerza, no como materia-forma, es decir, no desde una percepción ligada a valores formales propios de la abstracción mental, como los valores de color, textura, peso y profundidad, sino a otros valores menos formales que, a partir de la cercanía desde el habitar la arquitectura, potencien nuevos modos de comprender el mundo desde el juego en el espacio, a través de las fuerzas que lo cohabitan, expandiendo el conocimiento de la vida a la incertidumbre de lo espacial, cuyas relaciones e interacciones culturales situadas completan el esquema de valores sociales de quiénes somos o queremos ser a manera de derecho cultural impostergable.

 

Para la curaduría de la exposición, se ve la necesidad de identificar iniciativas que se han movilizado en nuestro país y que, por tanto, asumimos desde cuatro categorías:

 

 1) Una primera categoría en torno a los procesos de enseñanza-aprendizaje a partir de 12 escenarios de formación,

2) Una segunda categoría que proyecta los alcances y retos de la arquitectura escolar en los últimos cinco años con cuatro proyectos de gran visibilidad nacional,

3) Una tercera categoría que se aproxima a la creación de espacios de interacción lúdico-creativa para la Primera Infancia,

4) Y una cuarta categoría que concibe, la movilidad en los espacios de ciudad como rutas que construyen ciudadanía, sentido de pertenencia y apropiación desde la exploración del territorio.

 

Formación: arquitectura y educación

Abordar esta categoría originalmente implicaba preguntarnos por el diseño metodológico para poner en relación las premisas de LudantiaHabitar desde lo lúdico: del patio escolar a la ciudad como tablero de juegoEn ella se hacen visibles algunos colectivos emergentes que lideran propuestas de formación espacial de la educación formal, no formal e informal del País, con el apoyo de investigadores, pedagogos, artistas y arquitectos, quienes a partir de diversas e innovadoras metodologías, expresadas en talleres, laboratorios, asignaturas de aula escolar o de universidad, logran aproximaciones singulares de los esquemas de formación donde la preminencia del juego es un eje central de interacción que provoca la comprensión espacial:

> Lunárquicos. Bogotá

> Experiencias arquitectura & educación. Bogotá
> Taller de diseño arquitectónico del Colegio CAFAM. Bogotá.
> Terrícolas: Arquitectura de tierra para niños y niñas. Barichara, Santander.
> Ciudadanos del Mundo. Tunja, Boyacá.
> La Casa. Pedagogías desde la arquitectura, el arte y la ecología. Medellín, Antioquia.
> Colibrí, arte y arquitectura para todos. Bolívar.
> ARKalamar. Cartagena, Bolívar.
> Proyecto1, 2, 3 – Arquitectura + niños. Santa Marta, Magdalena.
> La arquitectura de los espacios vividos e imaginados. Bogotá.
> Train-Hacer ciudad. Medellín, Antioquia.

> Vivencia de la Arquitectura: memoria, narración y representación, Buenaventura, Valle del Cauca.

 

Arquitectura escolar

Descentrar la mirada de la acción pedagógica que determina el docente mediador, para poner en primera persona la expresión del espacio construido, en atenta escucha de las nuevas nociones de habitabilidad y participación de la infancia, ha generado un movimiento arquitectónico con nuevas estéticas de apropiación de ciudad. Gracias a estos espacios construidos se instalan voces materiales de la infancia, para ejercer el derecho a la presencia singular de contenedores de experiencias lúdicas múltiples, en diálogo con los procesos y prácticas pedagógicas de exploración e interacción para la gestión del aprendizaje. Comprender esta categoría transita por reconocer propuestas innovadoras de la arquitectura escolar, en las que la arquitectura, precisamente, plantea retos que se implican desde la creación del espacio como lugar propicio para habitar desde el juego, hasta la disposición de nuevas percepciones que crean atmósferas de acogida a lo propio de la niñez.

> Plan Padrino. A lo largo del territorio Colombiano.

> La nueva arquitectura escolar en Bogotá.Programa Buen Comienzo. Medellín, Antioquia.
> Programa Buen Comienzo. Medellín, Antioquia. 

> Jardín Infantil de San Jerónimo de Yuste. Bogotá.

Creación de espacios 

Atraer las construcciones del espacio a las narrativas de innovación pedagógica y artística, en la educación inicial, instala medios y mediaciones que disponen a agentes artísticos y culturales y a maestros de la primera infancia para ejercer procesos comprensivos de la habitabilidad del juego en el aula y fuera de ella, como espacio de interacciones polimodales. Estructuras, nichos, superficies, luces, colores, materiales estructurados o no, entran al entorno de aprendizaje y multiplican las opciones por las didácticas experienciales. El cuerpo, el espacio y la materia han sido constructos de experiencias artísticas que modelan el habitus transdisciplinar de la primera infancia. Cada propuesta de esta categoría abre la lectura en contextos interculturales en los que el espacio es potenciador del pensamiento pedagógico de manera central.

> Aeio Tu – Fundación Carulla. A lo largo del territorio colombiano.

> Nidos – Arte en primera Infancia. Bogotá.
> Fundación las Golondrinas. Antioquia y Córdoba.

> La asignatura en la formación de docentes de educación inicial, en la Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá.

Apropiación de ciudad

Ser y pertenecer al lugar donde se nace es comprender tejidos tácitos del espacio-territorio, de arraigo, identidad y apropiación cultural. Gracias a los proyectos que se dan en trayectos del entorno de lo público, se logra repensar el agenciamiento estético en la ciudad desde los niños como sujetos activos que participan de la configuración de sus territorios y territorialidades de su infancia. Estos procesos de apropiación surgen al implementar una pedagogía experiencial en la que, a partir del sujeto y el reconocimiento de la ciudad, se demarcan o activan hitos de patrimonio personal y colectivo, donde se potencian formas singulares y únicas de habitar y recorrer la ciudad, al vivificar y fomentar el desarrollo de competencias ciudadanas, a partir de estrategias de valoración, divulgación, apropiación y activación de una ciudad educadora que divulga la singularidad de lo propio y la valoración de la diferencia en contextos interculturales que habitan la memoria. Los escenarios de acogida en la ciudad movilizan la creación de trayectos construidos con miradas enriquecidas por la reflexión de lo público, tejiendo valores de orden social inabordables por otras formas de aprender que trae la escuela.

 > Al colegio en Bici. Bogotá.

 > Pedibuses: Barranquilla y Bogotá.
 > Civinautas. Bogotá.
 > Mura- Museo Rodante audiovisual – Bucaramanga.
 > Nimbú – Bogota, Pereira, Cali y Chía.
 > Zorro + conejo. Bogotá.
 > Habitaciones, pasillos y salas de espera: no-lugares para la pedagogía hospitalaria: Recorridos por el patrimonio, la arquitectura y la ciudad. En varias ciudades colombianas.
 > Recorridos por el Patrimonio. Bogotá.
 > Escritura nómada: leer la ciudad. Barranquilla y Bogotá.
 > Urban 95 crezco con mi barrio. Bogotá.

 > Patrimonio emergente. Bocachica – Isla de Tierra Bomba-, Cartagena.

El habitar de manera comprensiva el espacio, supone un diálogo continuado, multisistémico, donde las construcciones sociales son interdependientes con las construcciones de los entornos naturales y los habitus de las comunidades. La singularidad del reto que hoy presenta Colombia con lo expuesto, está en hacer que se generen nuevas comprensiones de la infraestructura que, a su vez, movilizan nuevas comprensiones de la infancia y lo infantil; retos pedagógicos y apropiación lúdica y comprensiva del espacio público y privado, que aunque están en clave de juego, aluden al tablero estratégico que remarca nuevas subjetividades y que acoge y escucha la voz de la niñez para ser, pertenecer y hacer parte de la ciudad y de las garantías que promueve el Estado como escenarios de bienestar.

 

Los 31 proyectos del «Colombia». Edición del vídeo por Nicole Durán, alumna de la Escuela de Cine y TV de la Universidad Nacional de Colombia.

 

NOTAS: 

(3) Aunque el ser del político no corresponda a una disciplina, para el caso de este trabajo, su perspectiva disciplinar es encontrar el bienestar común a la luz de la formulación de políticas que modelen la inversión del estado hacia nuevos nichos que antes eran invisibles. Para el caso de Colombia, un programa, mil proyectos y una política pública han sido gestadas a la luz de la confluencia de hacer inversiones significativas en la mirada transformadora de la infancia. Reconocer a los niños como sujetos de derechos y con capacidad de aporte al Estado, de cero a siempre, donde la Arquitectura se manifiesta de forma contundente.

 

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