Mi olfato perruno me ha llevado esta semana a infiltrarme en Circo, presente continuo, primera feria y segundo congreso de circo en España, celebrados en el Conde Duque y en el Teatro Circo Price.
Inauguración en Conde Duque.
De izquierda a derecha: Gonzalo Andino, coordinador general de de Circo, presente continuo, Fernando Cerón, del INAEM, María Folguera, del Teatro Circo Price,
Isla Aguilar, del Conde Duque y Belén Llera, del Ayuntamiento de Madrid.
Si he de decir la verdad, un perro como yo fue bien recibido entre los artistas de circo… Si hubiera sido un evento de teatro, me hubieran mirado raro… Pero los malabaristas, los acróbatas, los clowns, ¡todos me han aceptado entre ellos, e incluso me han hablado! Sí, me han hablado y me han preguntado cómo estoy, sin necesidad de conocerme previamente. Esto no es habitual en los eventos teatrales, pues la gente de teatro está quizá más centrada en sus cosas, van a lo suyo… He sacado en conclusión que la gente de circo es más abierta, aplaude y vitorea al compañero, apoya al compañero… La máxima del teatro de que siempre hay que tener escucha en escena, en el circo se cumple mucho más, pues por ejemplo, si un artista ha que coger las mazas que le arroja otro, o si tiene que coger al compañero cuando este salta sobre él al realizar un porte acrobático y no tiene trabajada la escucha, las mazas y el compañero van al suelo. La escucha, el apoyo al compañero, el tener en cuenta al compañero, todo eso parece estar más desarrollado en el circo que en el teatro. Tal vez por eso en los espectáculos de circo los espectadores que son también artistas de circo aplauden y festejan cada pequeño número de los que están en el escenario, y los aplausos finales son grandiosos. Los artistas de circo aplauden de corazón, aplauden como un clown, mientras que los artistas de teatro la mayoría de las veces aplauden con una media sonrisa pensando «yo lo hago mejor» o «menudo tostón». Los artistas de circo son muy buen público.
Pues sí, otra vez más alguien iba escribiendo en servilletas las frases que oía y las iba soltando por el Conde Duque; esta frase también la escuché yo
Una vez hecha esta observación, que espero que los artistas de teatro no tomen a mal, paso a contar cómo ha sido Circo, presente continuo, que ha durado desde el 23 al 26 de octubre de este 2018. Se trata de la primera feria que muestra únicamente creación circense, y tiene vocación de continuar. Los inscritos han sido alrededor de 200 y ha sido organizada por CircoRed (Federación Estatal de Asociaciones de Circo creada en 2015) con apoyo del Inaem, de la Dirección General de Industrias Culturales del Ministerio de Cultura y también con la ayuda del Ayuntamiento de Madrid materializada en la colaboración de dos espacios: el Teatro Circo Price y el Conde Duque. Según leí en los papeles de algún expositor en la entrada del Conde Duque, la feria pretende «trazar un retrato de la realidad del circo en España, así como dar conocer las novedades más relevantes del sector».
Circo, presente continuo se compone de dos eventos: la II edición del Congreso CircoRed, orientado al debate y la reflexión, y la I edición de CircoRed Market, enfocado al mercado circense. Por tanto, en el Congreso ha habido mesas redondas, talleres, y la asamblea abierta de CircoRed, y en la Feria se han visto espectáculos enteros o fragmentos (en los showcases) y también se han celebrado dos sesiones de speed-meetings, en que las compañías exponían su proyecto a un programador en un breve tiempo, y cuando acababa ese tiempo, las compañías iban rotando… Como en el baile cuando se dice «cambio de pareja»… (Bueno, no sé si eso se dice en los bailes, al menos en alguna película sí… Realmente yo no sé lo que sucede en los bailes porque jamás voy a un baile y cuando hay que bailar me escabullo…) En total han sido 30 proyectos, los que se han podido mostrar, en formatos distintos: en espectáculos y fragmentos en los showcases, en las ponencias y en las presentaciones de proyectos (pitching), que consisten en que alguien cuente su espectáculo o plan de ataque en solo 8 minutos.
Los seis espectáculos eran abiertos al público, e incluso los dos que eran en un patio del Conde Duque eran gratuitos (aunque debido a la lluvia solo uno de ellos se celebró en el patio, Espera, de la compañía Eia, un breve montaje de una gran belleza, para calle o sala, alrededor de un pequeño escenario de madera; el otro, Seu-te!, de la compañía Acrobacia Mínima, tuvo que hacerse en una sala de ensayos en la que cabía muy poca gente). El resto eran a precios muy asequibles, y en el Conde Duque se pudo ver Gregarios, de la compañía catalana Soon (un gracioso espectáculo de báscula coreana interpretado por un catalán y un sueco) y Aware, de la compañía aragonesa Alodeyá, con una importante e imponente apuesta musical. Otros dos espectáculos fueron en el Teatro Circo Price, el primero de ellos de la compañía granadina Vol’e Temps, Distans (un dúo cómico acrobático con mucho humor y graciosas discusiones de pareja, y un inigualable estilo haciendo malabares con la boca) y el segundo fue el de la compañía madrileña Circo Deriva, Ya es tiempo de hablar del amor, una pieza con mucho humor música, malabares y acrobacia, que reflexiona sobre en el paso del tiempo.
Escenario del Price preparado para Distans, de la compañía Vol’e Temps
En los showcases se pudieron ver fragmentos de distintas compañías: A Tiro Fijo, de Baleares, D’Click de Aragón, Dikothomía de Euskadi, El Fedito de la Comunidad Valenciana, Grop de Madrid, Madame Gaüc de Cataluña, Twisting the balance de Euskadi y Xampatito Pato de Galicia.
Y en el pitching nos contaron a toda velocidad sus nuevos proyectos Alas Circo Teatro, Vaivén Circo, Álvaro Puyana, Gonzalo Santamaría, Andrés Vázquez, Paloma Leyton, Colectivo de Portés de Mujeres, Emiliano Sánchez, Malabaracirco, Ruth y Eva que mostraron un inquietante espectáculo basado en una técnica ancestral: la suspensión capilar, La Finestra, y el más real y a flor de piel de todos, Jorge Silvestre de la compañía madrileña Nueveuno presentando Suspensión, que se estrenará si todo va bien en primavera de 2020 y que este dálmata está ya deseando ver.
Aplausos de Aware, de la compañía aragonesa Alodeyá
Lo que también fue muy productivo en términos de negocios, no tengo duda de eso, fue el aperitivo (ofrecido por Catering Solidario), que se celebró en las salas del Conde Duque, pues ante un aperitivo los artistas de circo hablan entre ellos e incluso hacen un porté (uno se sube de pie en los hombros de otro) mientras comen, o practican malabares con los canapés. Los artistas de circo nunca dejan de practicar… Eso es pasión por su arte.
Y no quiero cerrar el episodio sin citar algunos de los términos referentes al circo que aprendí aunque no sepa bien aún lo que significan todos, y que trataré de aclarar (y ampliar) en episodios posteriores: suspensión capilar, portes acrobáticos, visión externa, augusto y carablanca…
@nico_guau