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Mientras tantoEn la fiesta del yo

En la fiesta del yo


Para este texto pedí la colaboración de otros, no quise escribirlo yo.

Les dije que prestaran atención a las conversaciones, tanto si estaban dentro o fuera de ellas. Enviaron varias en torno a un centro que no es más que uno mismo, aunque pueda parecer que es compartido y que están juntos, dialogando.

Esas conversaciones tan comunes y corrientes hoy del «yo y otra vez yo, y tú como colaborador para conseguirlo, y si tú no, pues otro u otro, y listo».

Os dejo aquí una selección.

*

I

 

1 — Al final yo cambié de trayectoria, porque cuando trabajas en banca sabes que van a despedirte en algún momento.

2 — No me digas eso, que yo trabajo en banca.

1 — Pues es lo que hay. Yo, cuando estaba en el Santander…

2 — ¿Que trabajabas en el Santander? No me lo creo…, ¿conoces a David? Es mi primo, muy buena persona.

1 — El Santander es muy grande, yo estaba en el departamento de informática.

2 — Pues sí, mi primo es de lo mejorcito que puedes encontrarte.

II

0 — Bueno…, ¿y qué habéis hecho el finde?

1 — Yo estuve en el concierto de SFDK en Sevilla, muy guapo.

2 — Tuvo que estar muy bien, tío. A mí me llegaron muchas stories de Instagram del concierto.

1 — Éramos casi 20.000.

2 — Pues casi todos mis amigos tuvieron que estar ahí, me echaba fuego el móvil cuando cenaba, mientras veía una peli.

0 — ¿Y son de Sevilla los SFDK?

2 — Sí, empezaron hace mucho ya, con el Tote y la Mala, más o menos a la vez, y otros, los Zeropositivo.

1 — A mí los Zero no me gustan. Tote sí, la de Bartleby es la hostia.

2 — A mí de adolescente me encantaban.

1 — No sé…

2 — ¡Joder! Pues resulta que yo soy cero positivo, el otro día me saqué sangre para donar, y mira…, me enteré.

0 —

III

0 — ¿Quema? 

1 — No mucho, pero me acuerdo de cuando trabajaba de barista en el bar, un tipo se quemó la lengua.

2 — ¡Joder!, pues yo ayer me quemé la lengua con el café aquí, ¡ardía!

3 — Yo también trabajé de camarero, era duro, tenía un jefe que…

1 — ¡Dios!, si conocierais a mi jefe de ahora, está muy bueno, cuando se afeita sobre todo…

2 — Pero este café no está muy bueno, a mí me gusta uno que ponen cerca de casa, cuando lo pone la mujer.

3 — Sí, yo recuerdo uno que tenían en Cuba, por nada de dinero y buenísimo.

1 — Yo estuve en Cuba con unos amigos el verano pasado, nos pilló un huracán que…

2 — Yo al final a Cuba no llegué cuando estuve por América, ¡vaya viaje!, pero casi, nos gustó mucho Colombia.

3 — El café de Colombia sí que es bueno, mi compañero de piso es de Manizales y trajo un poco en Navidad. Lo llaman tinto. Todavía queda un poco.

0 —

La fiesta final del yo

1 — ¡Cuidado! ¡No os acerquéis tanto a la calle! ¡Joder! A mi hermano lo atropelló un autobús, le golpeó el espejo de fuera y lo mató.

4 — Pues yo tengo un amigo que estando en Marruecos se quedó sin pie, pero esta vez fue un camión, con la rueda.

2 — Yo en Madrid estuve a punto de ser atropellado una vez por una ambulancia, ahí por Alcalá.

3 — En Madrid sólo he estado dos veces, pero me gustaría ir más.

5 — Madrid es lo peor, demasiada gente.

6 — Yo también odio a la gente, no puedo ir por la calle y ver tanta.

1 — Ya está en verde.

3 — No me gusta para nada el color verde, para nada.

2 — Yo no soporto los semáforos, tan altos. Parecen farolas.

4 — En mi pueblo sólo hay un semáforo y es de esos pequeños, chatos.

1 — Yo nunca me compraría un semáforo pequeño.

2 — Yo tampoco.

3 — Yo sí si pudiera.

4 — Yo no.

5 — Yo, sí.

6 — Yo, no.

5 — Pues no sé.

4 — Ni yo.

3 — Yo tampoco.

2 — Yo menos.

1 — Pues imagínate yo.

*

 

La primera prueba de respeto hacia los otros consiste en no pasar por alto sus palabras

Elias Canetti

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