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Mientras tantoEntrevista exclusiva a Marcelo, uno de los más activos murciélagos de Almagro

Entrevista exclusiva a Marcelo, uno de los más activos murciélagos de Almagro


(* Las flechas indican el lugar donde se encontraba Marcelo cuando tomé la foto.)

Sí, hemos de reconocer que tenemos una exclusiva, pues Marcelo jamás había dado una entrevista. Tampoco tenemos constancia de que ningún otro murciélago hubiera dado una entrevista… «¿Y por qué es importante lo que pueda decirnos Marcelo?», os estaréis preguntando. Pues bien, si alguno ha estado en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, sabrá que en algunos espacios los murciélagos vuelan por encima de las cabezas de los espectadores y actores. ¿Quién mejor que ellos para contarnos cómo ha ido desarrollándose el Festival año tras año, o incluso relatarnos anécdotas y todo lo que ha ocurrido por allí? Este verano he vuelto a ir al Festival de Almagro, y una noche a las 21.53h. me encontré a Marcelo en la Plaza Mayor, en la esquina del Museo del Teatro. Ese es el lugar de reunión de los murciégalos para decidir qué obra verá cada uno cada noche. Marcelo sabe perfectamente que los murciélagos no son los únicos animales que ven teatro en Almagro, desde que yo empecé a ir (no olvides, querido lector, que soy un dálmata), y por eso quiso hacerse amigo mío. Ya lo había intentado otros veranos, pero yo estaba ocupado en comer lo que sobraba por las mesas de la plaza, y esta vez me pilló desprevenido. Y me dijo » a ver cuándo un café». Me sonó a expresión muy humana. Me dijo que era una frase hecha, que realmente los murciélagos no toman café… En fin, que se me ocurrió quedar al día siguiente con él a las 6 de la tarde, hora fatal para un murciélago…

nico.- Bueno, gracias por venir a estas horas fatales, Marcelo…

Marcelo.- Bueno, no pasa nada, solo estaba colgando boca abajo de un árbol esperando que llegara la hora de la merienda y repasando un monólogo…

nico.- Te he traído unas berenjenas…

Marcelo.- Qué original. Yo no las como, que me salen ya las berenjenas por las orejas… Pero gracias, se las daré a mi madre, que le encantan…

nico.- Bueno, Marcelo, primero de todo, ¿de dónde viene tu nombre?

Marcelo.- Pues es que yo fui engendrado en un montaje de El perro del hortelano que hubo en Fúcares en 2002. Y a mi madre le gustó mucho el personaje de Marcela, pero como nací yo, un murciélago macho, pues me llamó Marcelo.


Marcelo en la entrada del Patio de Fúcares

nico.- Ah, creí que vosotros los murciélagos de Almagro os dedicabais a sobrevolar las cabezas de los actores y espectadores durante la función, y no a…

Marcelo.- Bueno, claro, pero no siempre podemos hacer eso. Es que en Fúcares es complicado planear, y mis padres pues ese día se dedicaron a otra cosa… En el Corral también es difícil volar. Realmente los sitios en que más a gusto estamos son el Hospital de San Juan, que ahora le han cambiado en nombre, y se llama Adolfo Marsillach, y los Oviedo, que es nuevo, porque antes estaba el espacio Narros y algún otro espacio, como La casa de los miradores… Pero el mejor de todos siempre será el Hospital. Puedes coger una velocidad impresionante. A veces hacemos carreras, y recorridos, nos metemos por dentro de la escenografía y volvemos a salir, y recorremos el patio de butacas en todas las direcciones posibles… Ah, y es guay porque podemos ver quién se duerme y quién está atento. En el Hospital hay mucha gente que se duerme. Es el espacio en que deben estar más a gustito, y a veces les dan las tantas de la noche… Y la gente se queda adormilada.

nico.- ¿Y en espacios cerrados no veis espectáculos?

Marcelo.- A veces sí, pero nos gusta menos… A ver, si es una compañía importante, o un texto que me gusta, pues yo intento verlo, porque ya que estoy allí y no pago… Intento verlo aunque sea colgado de un saliente del Teatro Municipal… O dentro de Aurea arriba colgado de las pasarelas… Aunque en Aurea, que aunque es un espacio cerrado es amplio, se puede volar muy bien. Pero realmente preferimos los espacios al aire libre. Si no nos gusta la función podemos irnos sin molestar, y nos sentimos más libres. Podemos salir un momento al baño o a tomar una caña y no se nota… En Fúcares y en el Corral también a veces me he visto alguna colgando de un saliente. Lo que pasa que además en esos sitios en que me cuelgo las veo del revés.


Marcelo en el Corral de Almagro

nico.- ¿Del revés?

Marcelo.- Claro, porque nos colgamos boca abajo y no se ve igual. El director ha diseñado un montaje para verlo del derecho, y nosotros en un espacio cerrado o pequeño lo tenemos que ver del revés… No nos queda otra… Aunque recuerdo una en La Veleta que la vi volando, aunque ya sabes que La Veleta es pequeño… Bueno, era pequeño, en La Veleta es donde se hacía el Almagro Off, pero ahora se lo han llevado al Silo… Me dijeron que era muy interesante un Hamlet que venía de Cataluña y que tenía agua en el suelo, y que sentaban al público a 3 bandas, en La Veleta… En La Veleta no hay salientes de donde colgarse, y la vimos una amiga y yo volando, y como es tan pequeño, los espectadores y los actores tenían que agacharse cuando pasábamos… ¡Fue genial! Nunca nos hemos sentido tan compenetrados con los humanos como aquel día.

nico.- ¿Y los espectadores y la compañía qué dijeron de esto?

Marcelo.- Bueno, que digan lo que quieran… Nosotros llegamos a este pueblo antes que ellos. No sé, a veces desde el Festival han intentado controlarnos, pero no han podido…Una vez incluso propusieron que pagáramos entrada… Y tuvimos que hacer huelga.


Marcelo en el Palacio de los Oviedo

nico.- ¿Y en qué consiste una huelga de murciélagos?

Marcelo.- Bueno, fue muy divertido, como no podíamos hacer una sentada, pues hicimos una volada, a las 7 de la mañana y a la hora de la siesta durante una semana, gritando mientras volábamos. Fuimos por todas las calles y plazas del pueblo… Ah, y lo mejor fue lo que hicimos en el Hospital una noche… Le soplamos mal el texto a los actores, y la función salió catastrófica.

nico.- ¿Soléis soplar las frases a los actores?

Marcelo.- Anda, claro, cuando se quedan en blanco, se las soplamos. Si nos hemos visto tantas veces las obras que nos las sabemos. Cada verano son las mismas.

nico.- Ya, pero en distinto montaje y cada montaje tiene distintas versiones del texto.

Marcelo-. Ah, ¿sí? Bueno, pero los versos importantes son siempre los mismos, ¿no? Cómo van a hacer El castigo sin venganza sin lo de «Sin mí, sin vos y sin Dios…»

nico.- ¿Podría decirse que sois unos expertos en verso?

Marcelo.- Bueno, es una forma de verlo. Lo cierto es que tenemos muy buena memoria y nos sabemos obras enteras. Las funciones de la CNTC en el Hospital, que suelen estar 10 o 12 días, pues las vemos cada noche y nos las aprendemos enteras… Y luego en agosto, si nos han gustado, jugamos a representarlas nosotros en el Hospital, planeando sobre el escenario, para nuestros mayores, que las ven planeando por el patio de butacas.

nico.- ¿Y recuerdas alguna anécdota importante?

Marcelo.- Bueno, recuerdo por ejemplo a gente que aunque tuviera habitación de hotel, no pasa por el hotel, porque está de bar en bar bebiendo los 3 o 4 días que se pasa aquí.

nico.- Bueno, pero no todos harán eso, ¿no?

Marcelo.- Ya, pero es que entonces no son anécdotas. Las historias de gente anodina no son anécdotas. ¿Qué quieres que te cuente entonces? ¿Te hago una lista de los que se van a dormir nada más terminar las funciones?

nico.- Ya, bien mirado tienes razón… ¿Y alguna cosa graciosa que te haya pasado con alguna compañía?

Marcelo.- Recuerdo que una vez me dormí y acabé en un camerino. Me quedé dormido durante la función, colgando boca abajo de las faldas de una actriz que era ideal, Eva Rufo…

nico.- ¿Colgando de las faldas? ¿Mirando hacia fuera o hacia dentro?

Marcelo.- Pero qué mente más calenturienta tienes, ¿ni, nico? Llevan tantas faldas una sobra otra, que es imposible…

nico.- Ya, qué de faldas para verano…

Marcelo.- En fin, que cuando me quise dar cuenta eran ya las 3 de la noche y el vestido colgaba de una percha en el camerino, y hasta el día siguiente por la tarde, que alguien abrió la puerta, no pude salir… Tenía clase de verso y me la perdí por ese desliz.

nico.- ¿Dais clase de verso?

Marcelo.- Con Vicente Fuentes, cada verano. Dirás, «qué poco originales, con Vicente Fuentes, como todo el mundo…» Pues sí, nosotros también. Nos hace descuento si vamos en grupo. Es que tenemos que practicar para nuestras funciones de agosto. Siempre hacemos 3 o 4 de las que más nos han gustado cada temporada.

nico.- ¿Las plaigiais?

Marcelo.- Bueno, eso son cosas que hacéis los humanos, nosotros lo llamamos homenajes…

nico.- ¿Cómo llevas la temporada?

Marcelo.- Pues muy bien, pero no sé si voy a poder contarte más cosas ahora mismo, porque he quedado para tomar una caña con mi novia. Tenemos que ensayar, además, una escena de una comedia de Tirso que te vas a mear de risa si vienes a verla.

nico- ¿Tomáis cañas?

Marcelo.- Claro… En julio, sí… Pedimos una caña de las vuestras y nos da para 10 o 12 días. Es genial. Bueno, te tengo que dejar, si quieres otro día hablamos más relajadamente de esta temporada. Nos reunimos todos como a las 10 menos 10 de la noche en la esquina del Museo del Teatro, donde ti vi el otro día… Cuando quieras, pásate por ahí.

Y se fue, dejándome con grandes dudas. A ver si otro día me da su visión de la temporada.

@nico_guau

 

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