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ArpaBatalla espacial

Batalla espacial

 


De los usos y sentidos de Ales Villegas

Sentido de existencia. En estos últimos años de mi vida he estado creando y recreando un monstruo de cartón piedra en distintas casas-talleres donde he vivido y fundado mi obra. Ésta ha crecido de manera tal que primero ha expulsado mis pertenencias, para finalmente expulsarme de esos espacios, siendo derrotada por este monstruo. Pero, aunque he sido vencida por mi propia creación, lo que me mueve a construir y reconstruir la obra  una y otra vez, es mi propio deseo de consistencia, de sentido en el mundo. Esto concierne a mis propios monstruos mentales y su expansión, que a nivel personal manifiestan al ser humano; en su terror al estado de cosificación, a la lucha constante entre cosa-objeto y a la relación contaminante del hombre con su hábitat. Mi obra, llamada Batalla Espacial y yo somos uno solo, es mi  némesis.

Sentido de extrañeza. Batalla Espacial es una reflexión sobre el material, esto es, el cartón piedra. Por tanto, es confrontar lo útil con lo inútil. El ser humano está dado en relación a su entorno con respecto a las cosas que construye; las nombra y les da una materialidad y utilidad. Batalla Espacial, en ese sentido, reinterpreta lo anterior, usando formas conocidas para darle nuevos usos: de sentido, de formas, de coexistencia. Se plantea, por tanto, en el límite de lo conocido y lo desconocido, cuando la cotidianeidad se hace extraña y aterradora.

Sentido de mutación y regeneración. La Batalla Espacial (obra-objeto-monstruo) siempre está en constante crecimiento. Empero detrás de un objeto siempre hay un sujeto, una existencia humana que es efímera y frágil, pero capaz de adaptarse y superarse, por tanto mutar y regenerarse. Cuando el ser humano muta lo hace también con sus propios monstruos. Por tanto, cada Batalla Espacial es distinta de la anterior, porque este monstruo es también distinto al anterior. Nunca se sabe cuál será la forma definitiva ni cuánto va a crecer y expandirse. Nadie sabe dónde va a crecer y, como esporas, se dispersará, regenerará y crecerá por el mundo.

 


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