Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿mayo? ¿septiembre?…) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
Alicia, ¿puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
Hasta ahora, en la era teatral conocida hasta ahora, a veces te encontrabas en tu casa mordiéndote las uñas porque no conseguías trabajo y a veces te faltaba el aire porque tenías cuatro textos en tu cerebro. Pues una de esas veces en las que estaba en varios proyectos a la vez, nos salió una gira por Centroamérica mientras yo tenía funciones de otra obra en Madrid. Así que me lo pusieron fácil para viajar cada semana y estuve dieciséis días haciéndome Panamá-Madrid, Bogotá-Madrid, Santo Domingo-Madrid, con sus correspondientes diarreas, cambios de sueño y horas de comida y multitud de cambios climáticos en mi piel. Acabé destrozada pero sintiéndome poderosa. ¡Ya nada me podía parar en la vida!
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Lo nunca visto – de la compañía La Estampida. ¡Espectacular!
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
La espuma de los días, con texto y dirección de María Velasco. Rescato la puesta en escena, la música, el tempo.
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
Fotografía de Alicia González Rey
Juan Pastor nos dirigió en una de las obras más bonitas que he hecho con la Compañía Guindalera: Tres años. Esta foto me recuerda a esa época y lo que tiene de especial es que cuando la miro, vuelvo a entender por qué siempre he querido tener mi propia compañía para poder desarrollarnos, evolucionar, experimentar y equivocarnos. A día de hoy es lo que ocupa mi tiempo: crear mi compañía.
También me recuerda que una vez fui fotógrafa y que hoy por hoy, no me satisface hacer fotos para los demás, tan solo cojo la cámara para transportar mi visión de mi ojo a mi alma.
(Alicia González Rey, actriz y directora)
