Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿mayo? ¿septiembre?…) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
En el espectáculo de Boris Charmatz 10000 gestes en Teatros del Canal perdí un zapato, arrebatado por los bailarines que asaltaron el patio de butacas. Fue solo hace un mes, pero parece que fue el siglo pasado. Luego lo recuperé (el zapato). El mes, ya veremos.
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Celui qui tombe de Yoann Bourgeois en Teatros del Canal, Jerusalem en el CDN. Y en París Électre/Oreste de Ivo van Hove en la Comédie Francaise, Festen de Cyril Teste en el 104 y Panoramix de La Ribot en el Centre Pompidou.
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
Lo último, que además me gusto (mucho), fue Celui qui tombe de Yoann Bourgeois. Demostraba que entre el teatro y el circo hay una fina línea divisoria. Se puede ser muy elocuente sin usar palabras, como es el caso. (Al igual que otros pueden hablar durante dos horas sin decir nada.)
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
Mando una foto de una entrada para ver a Peeping Tom, en abril del 2020… Es bonito tener planes, aunque luego cambien.
(Juanma Cañero, realizador y editor de vídeo, y espectador de teatro)