Porque está claro que acabamos de pasar una era teatral, en la que hemos crecido, nos hemos formado, hemos aprendido… Lo que venga a partir de ahora (¿mayo? ¿septiembre?…) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue, proponemos una serie de entrevistas breves sobre la era teatral que acabamos de dejar, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…
¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
De visita en Londres el pasado verano asistí a la representación de As You Like It en el Globe. Iba con la emoción de pisar un teatro edificado no ha muchos años a muy pocas yardas del original isabelino donde Shakespeare estrenaba sus comedias y dramas, y de escuchar el texto en el idioma en que se escribió. Y comprenderlo. La verdad es que daba gusto ver cómo se expresaban, cómo se movían e incluso cómo actores y actrices improvisaban (caso de un avión volando muy bajo), pero del texto apenas entendí la mitad de la mitad y me dolía sobre todo no captar muchas veces el punto en el que el público estallaba a carcajadas. Por otra parte, sí que entendí perfectamente a una de las actrices que desplegaba una gran riqueza de expresiones y gestos: era muda. Y entendí que el Shakespare’s Globe Theatre es un ejemplo de entidad teatral inclusiva. (El primer The Globe se construyó en 1599 en la orilla del Támesis opuesta a la que estaba la «gente de bien»; en esa orilla de la «gente de bien» ahora está el gran centro de negocios llamado la City, y el gran centro teatral, el West End. En la orilla opuesta, la de la «gente de mal», en aquella época se concentraban tabernas y prostíbulos además de teatros, pues el Globe no era el único teatro en esa zona; ahora hay «gente de bien», edificios enormes, y teatros, entre ellos el nuevo Shakespeare’s Globe, en el que se rodaron secuencias de la película Shakespeare in Love).
¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
La programación de esta temporada en Canal, Matadero, Español, Abadía, Valle Inclán, María Guerrero y otros era de muy alto nivel y es difícil escoger un espectáculo. Me decido por una obra representada en la Sala Negra del Canal, Curva España, de Chévere, compañía a la que ya conocía y admiraba de un trabajo anterior. Esta nueva obra es un exhaustivo trabajo de documentación sobre un acontecimiento ocurrido en la posguerra que se presenta con una puesta en escena muy original y acorde con el asunto investigado, con unas interpretaciones llenas de naturalidad y verismo y con un desenlace donde se nos hace ver que no se trata de una lección de historia, sino de arte. Una lección de arte. El epílogo, iluminando por separado a los participantes en la escena: la actriz y coautora Patricia de Lorenzo, el actor y coautor Miguel de Lira; y las técnicas Lucía Estévez y Leticia T. Blanco, es emocionante, y todo ello bajo la dirección de Xron.
¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
El domingo 8 de marzo, invitado por un amigo, asistí en la sala pequeña de Abadía a Delicuescente Eva, de Javier Lara, última parte de una trilogía de la que desconocía las dos primeras. Una escenografía de floresta desbordante; una cercanía en el espacio (estaba en primera fila) y en el espíritu de las actrices y del actor (y a la vez autor); unas interpretaciones con momentos de sensaciones intensas; y un patrocinio de una sociedad mercantil que podría ser premonitorio de la nueva era teatral, es con lo que me quedo de esta obra, última asistencia a un teatro antes de la pandemia.
Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…
En teatro, en varias ocasiones he pasado al lado de la oferta*: Canal, con FC Bergman; Abadía y nuevamente Canal, con Pont Flotant; Tribueñe, con Juan Ayala y Miguel Oyarzun, de Mirage; Fernán Gómez, con Patricia Gimeno y Elena López Nieto, de Move; Conde Duque, con Manu Báñez, Paola T. Sanchís y Guadalupe Valero; Circo Price, con Juan Ayala, Badia Albayati, Annie Pui Ling Lok e Isla Aguilar; y Guindalera, con María Pastor. Pero ha sido en Matadero con Quorum, el singular espectáculo creado por por Rui Horta, la mejor experiencia. Quorum fue un acontecimiento que nos marcó a los cuarenta y dos participantes, que casi dos años después nos mantiene unidos, y que en cuanto salgamos de esta catástrofe nos reuniremos en el centro creativo de danza y artes escénicas que Rui dirige en Montemor-o-Novo, localidad próxima a Évora. La foto es de septiembre de 2018 yendo a uno de los últimos ensayos. Las funciones fueron los días 21, 22 y 23 de ese mes.
(Juan Bautista Alcalde, jubilado y espectador de teatro)
*Ante nuestra duda en este punto, Juan Bautista nos aclara que se trata de un término económico: los productores de bienes y servicios están en el lado de la oferta y los consumidores (espectadores), en el lado de la demanda.