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Mientras tantoNo hay afueras donde no hay allendes

No hay afueras donde no hay allendes


 

 

NO HAY AFUERAS DONDE NO HAY ALLENDES
Europa, tercer domingo del mes de abril
De este confinamiento no salir
a otro confinamiento más holgado,
no dejar este encierro de paredes
para desembocar en otro encierro
de doctrinas, enseñas y temor,
más espacioso pero menos libre.
Saldrás una mañana de tu casa
para hollar otra casa también tuya
que ocupa cada umbral de cada tierra
y acaba donde acábase el oxígeno.
Pisarás ese día la intemperie
mas tan solo si ya la llevas dentro,
porque no es un lugar sino un principio.
Y no hay afueras donde no hay allendes,
solo fauces y cárceles extensas.
No salir de esta peste hacia otra peste
creada por el hombre, contra el hombre,
confinando a personas aquejadas
de pobreza tras muros, en suburbios,
donde no nos infecte su miseria.
Cuando al fin consigamos, y lo haremos,
atravesar en libertad las plazas,
las aceras, después, no convertirnos,
nosotros, en la desalmada peste.
                     Gonzalo Sánchez-Terán

 

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