Suena Con un beso por fusil, de Luis Eduardo Aute
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–En una entrevista anterior comentabas que empezaste a leer mucho gracias a los libros de Manolito Gafotas.
–Sí, los siete libros de Elvira Lindo me lanzaron a la lectura como forma de conocer el mundo, las afueras, los carabancheles.
–Pero en otra entrevista comentabas que fue gracias a los siete libros de Harry Potter.
–Sí, a los once años empecé a intuir que la imaginación creaba mundos.
–¿Pero entonces?
–Depende, a veces soy aquel niño que empieza desde un barrio cualquiera donde se juega a empujarse, otras desde un colegio que no existe donde se juega a volar sin caerse.
–Pero en otra entrevista comentabas que empezaste a leer mucho debido a la lectura de etiquetas.
–Esa entrevista la recuerdo, creo que la hice yo, ¿no?
–No, creo que no, creo que fui yo; pero hace tiempo, hace tiempo de eso.
–Puede ser…
–¿Entonces?
–Ah, sí. Leía las etiquetas de los productos que comía, me interesaba saber qué entraba dentro del cuerpo.
–¿Mientras comías?
–Eso es.
–¿Recuerdas alguna obra maestra del género?
–Sí. Hace muchos años que la leí. Una etiqueta maravillosa. Leer aquello me enseñó mucho.
–Cuenta.
–Cuéntame.
–Una etiqueta de cerveza negra. Estaba en cinco idiomas: español, inglés, francés, portugués e italiano. En cuatro de ellos se podía leer, solamente, y cito textualmente: Contiene malta de cebada.
–¿Pero?
–Espera.
–Pero en portugués se podía leer lo siguiente: Ingredientes: agua, malta de cebada, maíz, lúpulo.
–Pero todo el mundo (dentro y fuera del mundo) sabe que la cerveza lleva agua, malta de cebada y lúpulo.
–¿Y el maíz?
–¡Es verdad!
–El maíz…
–¡Obra maestra!
–Uno que supiera leer en portugués como lengua materna también bebía maíz, solo esa persona, solo; el único que sabría, saborearía.
–¡Obra maestra!
–¡Genial!
–¿La conservas?
–La tengo encuadernada en casa, al lado del Libertad, Libertad, Libertad de Goytisolo, el Aitta Tettauen de Galdós, el Yo y el Imbécil de Lindo y el Aura de Fuentes.
–¿Y la novela para cuándo?
–Eso es de otra entrevista anterior, del futuro.
–Pero…
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