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Mientras tantoCómo era la anterior era teatral para Francisco de Paula Sánchez Rosales

Cómo era la anterior era teatral para Francisco de Paula Sánchez Rosales


Porque está claro que hemos pasado una era teatral, en la que crecimos, nos formamos, aprendimos… Lo que venga a partir de ahora (¿julio? ¿septiembre?… ) va a pertenecer a una nueva era teatral, en la que tendremos presente lo que acabamos de vivir, en la que tendremos presente nuestra vulnerabilidad como sector, y esperemos haber aprendido de este cambio de era… Para recordar cómo fue la era teatral que acabamos de dejar, proponemos una serie de entrevistas breves, siempre desde el cariño y los buenos recuerdos…

¿Puedes contarnos una anécdota que recuerdes con cariño de la anterior era teatral?
Actuábamos en un pequeño pueblo de Jaén con 1.000 habitantes con la obra Perdida en el Bosco. Fueron a vernos casi 700 personas. En la obra, la protagonista, una oca a la que da vida Julia Vachon, mi pareja y dramaturga de la compañía, es el héroe por antonomasia: no quiere la responsabilidad que le ha caído, tiene mil defectos y tiene que cuidar de una niña, Daphne, en una suerte de viaje iniciático.

Al finalizar la primera de las dos funciones, un lugareño se nos acercó a decirnos que la obra no le parecía exclusivamente de niños y que le había encantado. Le agradecimos sus elogios, y añadió: “Me he visto reflejado en la oca porque yo era como ella: egoísta, incapaz de hacer nada por los demás, pero al final me he redimido, como ella, aunque el camino ha sido duro. Yo he sido poliadicto, me metía todo lo que pillaba y perdí a mi hijo a quien no he vuelto a ver hasta que he estado limpio.” Mientras decía esto, comenzó a llorar y nos abrazó dándonos las gracias por crear obras con personajes así. Fue un momento tremendo, que demuestra la enorme fuerza del teatro y la demostración de que no existe el “teatro familiar” o “infantil”, pues no es un género en sí mismo, sino el Teatro en su inmarcesible esencia.

¿Qué es lo que más te ha gustado en lo que llevábamos de temporada en la anterior era teatral?
Hilos de La Rous, Rosa Díaz, granadina de adopción, aunque manchega (los de La Mancha son como los de Bilbao, que nacen donde les da la gana). La dramaturgia es de ella misma junto a Itziar Pascual y es inteligentísimo cómo Rosa va uniendo esos “hilos” de la obra que es la vida. La puesta en escena, es soberbia e inteligente. Representa en gran medida lo que considero que debe ser el teatro familiar, tan denostado: una obra que no infantiliza a los niños y que a los adultos nos pone al borde de la lágrima, por la enorme carga emocional que tiene, sin llegar a ser ñoña.

¿Qué es lo último que viste en la anterior era teatral y qué rescatas de ello?
2019 fue un año que nos dejó sin tiempo: estrenamos dos obras para la Feria de Teatro del Sur y el Teatro de la Zarzuela, respectivamente (esta última en enero de 2020), lo que nos dejó casi sin tiempo libre para nada más que no fuera trabajar en estos dos estrenos. ¡La producción de ambas me dejó muerto! Justo después de estrenar en Madrid La increíble historia de Juan Latino seguimos actuando en otros sitios y nos estalló el COVID en la cara, así que fue allí, en Madrid, donde vimos la que sigue siendo nuestra última obra en teatro como espectadores: Todas las noches de un día, de Alberto Conejero. Rescato sin duda las actuaciones de Carmelo Gómez y Ana Torrent. Por supuesto que la dramaturgia es buena (pienso, igual que Mamet, que, sin dramaturgia, lo demás son aderezos), pero la enorme presencia natural, no impostada, de Carmelo es lo que queda en mi recuerdo una vez que ha pasado el tiempo…

Y ahora, si nos puedes mandar una foto de un recuerdo, un objeto, algo que tengas de la anterior era teatral y que defina tu relación con esa era…

Esta foto está tomada en el Ambigú del Teatro de la Zarzuela junto a su director, Daniel Bianco y los músicos Enrique Pastor y Sofía Alegre. Creo que define la relación de Claroscuro Teatro con esa era. Para una compañía que hace teatro “familiar” con títeres –un tipo de teatro que no recibe el reconocimiento que debería-, ser tratados igual que el resto del repertorio por parte del Teatro de la Zarzuela y su equipo marca un antes y un después en nuestra relación con esa era.

(Francisco de Paula Sánchez Rosales, director, productor, actor y titiritero)

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