M. Kovacevic. “The Problemist” (1972)
Las blancas igualan
¡Cuántas personas abandonarían –y entre ellos, usted y yo– ante la inminente e imparable coronación del candidato negro d2! Y sin embargo… la esperanza es lo último que debe perder un buen ajedrecista ante el tablero.
Así lo afirma el renombrado escritor galo Gustave Flaubert cuando escribe Hay que esperar cuando se está desesperado, y andar (¡pensar!) cuando se espera, y lo confirma la sentencia La desesperación duplica nuestras energías del primer naturalista inglés John Ray (1627-1705).
Lo cierto es que, en la tensa lucha que caracteriza toda partida de Ajedrez, la desesperación puede ceder el paso – en contadas ocasiones, bien es cierto – a la inspiración, elemento decisivo en la consecución del éxito.
Si aplica estas consideraciones a la posición del diagrama, una creación del compositor y juez internacional serbio Marjan Kovacevic (1957), debería hallar un efectivo método salvador para las blancas en un tiempo máximo de 8 minutos.
Solución de “Todo un clásico”:
La solución de este problema clásico reside en una jugada oculta y aparentemente absurda:
1.Th1!!
El control de la columna h resultará decisivo, como pasamos a ver:
1…Rg5:
Única. 1…Rg7? lleva al mate inmediato 2.Ae5#
2.Rf7 — 3.Af4 mate!
Brllante e inesperado desenlace.
René Mayer (remay47@yahoo.es)
Twitter: remay @remay99353001
