Una de las demostraciones más impresionantes en ajedrez es la capacidad de casi todos los ajedrecistas profesionales de jugar a la ciega, es decir, sin mirar el tablero en ningún momento. No obstante, aunque casi todos ellos son capaces de jugar de esta forma, los hay que destacan sobre el resto, jugando no una ni dos, sino muchas partidas simultáneamente, con lo que la demostración ya casi parece cosa de magia y antiguamente, gran parte del público asistente a estos eventos, estaba más pendiente de descubrir “el truco” que de las propias partidas que jugaba el maestro.
Actualmente, ya se acepta por todos que estas demostraciones son reales, aunque no deja de asombrar la portentosa facultad de estos jugadores para retener en la memoria decenas de posiciones al mismo tiempo y si el mero hecho de recordar dónde están todas y cada una de las piezas de todos los tableros ya es asombroso, qué me dicen si además el maestro es capaz de ejecutar las más espectaculares combinaciones exactamente igual que si estuviera mirando la partida.
Ya hemos hablado aquí del gran Paul Morphy y volvemos a hacerlo ahora, pues jugó infinidad de partidas a la ciega y de todas ellas, hay una que varios expertos la consideran la mejor.
Esta partida fue una de las ocho que jugó simultáneamente lo que significaba retener en la memoria 256 piezas y 512 casillas y a pesar de pequeñas imprecisiones, no podemos por menos que maravillarnos de la demostración que hace el genio americano.
Blancas: Paul Morphy
Negras: James Freeman
Lugar: Birmingham
Fecha: 27.8.1858
1.e4 e5 2.Ac4 [Apertura del Alfil]
2…Ac5 3.b4 Ab6 4.Cf3 d6 5.d4 exd4 6.Cxd4 Cf6 7.Cc3 0–0 8.0–0 Cxe4 9.Cxe4 d5 10.Ag5 De8 11.Axd5 c6 12.Te1 [Los módulos de ajedrez no solo no juegan a ciegas, sino que calculan millones de jugadas por segundo y aquí proponen 12.Cd6 como más efectiva, pero ¡cuidado! con el «humano» movimiento de Morphy que amenaza ganar la dama con Cf6+] 12…Dd7
(Véase el diagrama)
13.Cf6+
[¡Genial! Morphy entrega el caballo para desmantelar la fortaleza del rey!]
13…gxf6 14.Axf6 Dd6 15.Ce6 [¡Segunda pieza que regala Morphy! Concepción genial aunque defectuosa [Steinitz]. Efectivamente, después de horas y horas analizando tranquilamente en casa y moviendo aquí y allá las piezas, se puede encontrar que la mejor jugada era una similar (15.Ae6). El sacrificio que realiza Morphy lo calculó sin mirar el tablero, reflexionando escasos minutos y jugando siete partidas más ¡casi nada!]
15…Axe6 16.Dh5 [¡Máxima tensión! Si el blanco consigue dar jaque al rey, será jaque mate en g7 a la siguiente jugada]
16…Axf2+ [¡El rival de Morphy sabe jugar! Esta jugada pretende sacar al rey blanco de su refugio, para asediarlo con jaques de la dama]
17.Rh1 [¡Pero Morphy no acepta el presente y oculta el rey!]
17…Df4 18.Txe6 [¡Otro misil de Morphy! ¿No tendría un ojo semi abierto? Este nuevo regalo no se puede aceptar ya que si 18… fxe6 19.Axe6+ Tf7 20.Dxf7 mate]
18…Cd7 19.Ab2 Ad4 [Freeman, abrumado por tal despliegue pirotécnico de su rival, no acierta con la mejor defensa y propone deseoso el cambio del peligrosísimo alfil de casillas negras de Morphy]
20.g3 Cf6 21.gxf4 Cxh5 22.Axd4 Cxf4 23.Tg1+ Cg6 24.Texg6+ hxg6 25.Txg6+ [Morphy es un ciego ¡con muy buena vista!, sabe que el peón de f7 está clavado y gana otro peón. Lo cierto es que su rival se ha defendido con bastante acierto, se han cambiado muchas piezas por lo que han desaparecido las amenazas de mate, pero Morphy ha llegado a un final que sabrá ganar con facilidad]
25…Rh7 26.Tg7+ Rh6 27.Ae4 f5 28.Ad3 b6 29.Tg3 Tf7 30.Ae5 Te8 31.Af4+ Rh7 32.Tg5 Te1+ 33.Rg2 Tg7 [Freeman se ha defendido casi de la mejor manera posible, lo que valora aún más la victoria de Morphy que está próxima a producirse. ]
34.Axf5+ Rh8 35.h4 Txg5+ 36.Axg5 Te8 37.Rf3 [Y Freeman, con un elegante gesto, abandona reconociendo que la maestría de Morphy es más que suficiente para rematar este final. En efecto, únicamente hay que ir avanzando el peón de h4 apoyado por los alfiles y el rey] 1–0
“Ciertamente, la más hermosa de Morphy a la ciega” [Steinitz –campeón del mundo en 1886-]
Se cuenta que durante una exhibición a la ciega del ajedrecista Friedrich Saemisch (1896-1975), una señora se sentó muy cerca del maestro y después de un buen rato, exclamó indignada: “¡Ese hombre es un tramposo!, le he estado observando y estoy segura que no es ciego”.
Morphy jugando a la ciega
Luis Pérez Agustí