Con 97 años, la artista Betye Saar (Los Ángeles,1926) ha aprovechado como nadie la encomienda de The Huntington (que se promocionan como biblioteca, museo de arte y jardín botánico) para convertir la flora, la fauna y los objetos encontrados en una poderosa propuesta artística, como señala Jonathan Griffin en su entusiasta reseña en el Financial Times. Los responsables de este espacio que ocupa más de 800.000 metros cuadrados en California le ofrecieron a Saar una cosecha de ramas de eucalipto y kiwi, palmas, y arbustos de cornejo, entre otros. “Parece como un montón de ramas sobre una mesa”, dijo la artista y narradora afroamericana, considerada una leyenda dentro del arte contemporáneo, y añadió: “Pero ahora haremos nuestra magia con ella”. Una de las piezas más logradas de esta exposición que estará a disposición de los curiosos durante más de dos años se titula Drifting Toward Twilight (que se podría traducir como Navegando a la deriva hacia el crepúsculo), que da título a toda la muestra, y que bien podría ser una suerte de editorial (o epitafio) de nuestra época. Griffin recuerda que Saar ya había incluido barcos y canoas en sus anteriores instalaciones, que en gran medida le sirvieron para surcar y comentar la historia de la esclavitud en Estados Unidos. En este caso, la canoa que navega inmóvil hacia el crepúsculo parece flotar unos centímetros por encima del suelo (o del río del tiempo) en medio de un espacio tenuemente iluminado de azul. En la canoa, sobre tres banquetas, hay tres jaulas de madera para pájaros con una cornamenta dentro, y a cada extremo, como una suerte de vigías, un poste de madera también coronados de cuernos. Bajo el caso de la canoa y a su alrededor hay maleza y cortezas iluminadas con neones azules y verdes. La luz va disipándose lentamente hasta adentrarse en la noche oscura… del viaje, del alma, de la vida. Como recuerda el propio museo, “el encargo es algo personal para Saar, quien tiene buenos recuerdos de sus visitas a The Huntington cuando era niña, y de los árboles y el paisaje de su vecindario al norte de Pasadena. “Cuando era niña en la década de 1930 venía a The Huntington con mi madre y mi tía, que eran apasionadas jardineras. Cuando me convertí en artista me di cuenta de la importancia y la influencia de la naturaleza en mi trabajo, ya sea la luna y las estrellas, las ramas y las rocas, o los huesos y las conchas”, dijo Saar. “Es mi deseo que Drifting Toward Twilight traiga el afuera adentro, fusionando los jardines con la galería y creando una experiencia que resulte al mismo tiempo contemplativa e inmersiva para el espectador”.
Dónde: The Huntington, San Marino, California
Cuándo: Hasta el 30 de noviembre de 2025