Han pasado algo más de dos años desde que Noam y Emran se encontraron en Tucson, Arizona, para conversar: maestro y alumno. A través de una entrevista, quepor sus costuras deja ver la admiración del joven periodista por el activista norteamericano, Noam Chomsky repite una vez más sus convicciones. Inevitablemente adaptadas a laactualidad, las ideas defendidas por Chomsky son una constante dentro de las más de 50 obras que ha publicado en las últimas décadas. Transformador de la lingüística a finales de los cincuenta y activista político desde joven, la figura de Chomsky suscita la controversia allá donde fija su incisiva mirada. Criticado en buena parte del espectro político, este profesor emérito del MIT no rehúye tema alguno durante la conversación. Exhibe tan vigoroso como siempre su profundo antiimperialismo que le ha valido ser repudiado por importantes sectores en su país. Vuelve a mostrar su feroz crítica contra las acciones violentas de Israel que le han convertido en el judío que odia a los judíos, señala a Europa por abandonar a los refugiados en alta mar a su muerte y, por supuesto, no se olvida de los que a una vez llamó los “amos de la humanidad”. Cuando esta conversación tuvo lugar, el Reloj del Apocalipsis marcaba dos minutos para medianoche. A lo largo de la conversación, Chomsky repite constantemente los dos problemas más acuciantes para la humanidad: cambio climático y riesgo nuclear. Hoy estamos a un minuto y cuarenta segundos, los problemas son los mismos.
Lucha o naufragio.Conversaciones con Emran Feroz.Noam Chomsky y Emran Feroz. EditorialFuera de Ruta, 2020.