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Mientras tantoA mi antojo: mayo 2017

A mi antojo: mayo 2017


 

Lunes, 8 de mayo


Algunas citas de Rulfo, incluidas en el mejor texto que salió en la prensa cultural de este fin de semana. Blanca Berasátegui en ‘El Cultural’:

 

– «Lo poco que escribí ya está muerto. Hace veintitantos años que está muerto. Y no, posiblemente no vuelva a escribir jamás. Pero, en todo caso, ¿qué más da? Hay mucha gente que solo ha escrito un libro en su vida y no ha pasado nada y otros muchos que han escrito treinta y no les conoce nadie. Escribir por escribir, ¿para qué?».

 

– «Hay novelistas que consideran que en una novela cabe todo, y entonces el autor interviene continuamente con sus elucubraciones, sus divagaciones sobre esto y aquello, o sea, hace ensayos dentro de la novela para llenar los llamados tiempos muertos del relato. Normalmente es porque el escritor no sabe por dónde salir y se dedica a divagar. Yo también caí en esa trampa, todos caen. Y eso es lo que yo fui eliminando de Pedro Páramo. Eliminé las ideas y me limité a los hechos. Por eso en la novela solo intervienen los personajes, a los que ni siquiera describo. Se les conoce solo por sus características psicológicas. No tienen ni rostro siquiera, no se sabe si están vivos o muertos».

 

– «Yo nunca he tenido en cuenta al lector, la prueba es que no los tuve. No los tuve durante mucho tiempo. De Pedro Páramo se editaron dos mil ejemplares, mil de los cuales los compré yo para regalar a los amigos. Los otros mil tardaron cuatro años en venderse. Luego sí, al cabo de los años, comenzaron las ediciones. Pero todo esto no tiene importancia. Yo no he podido vivir nunca de la literatura. Y me parece bien».

 

Jueves, 11 de mayo

 

En la visita de los niños de hoy al periódico, niños de unos seis años.

 

—¿Esto qué es? —les ha preguntado A. en la biblioteca.

—Un tanatorio —ha respondido una niña.

 

*     *     *

 

Llega este teletipo de Efe:

 

La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado la mayor organización de tráfico de hachís que operaba en España, cuyo cabecilla era conocido como «Messi» y que logró huir, en una operación en la que han sido detenidas 19 personas y aprehendidas 13 toneladas de droga.

 

El titular es claro: Desarticulada la mayor banda de tráfico de hachís en España, liderada por Messi. Uno de esos titulares que nunca pondré. Cae la banda de tráfico de drogas liderada por Messi. El narco Messi huye de la Policía. Messi regatea a la pasma. Messi vende droga.

 

Viernes, 12 de mayo

 

Hoy Alejandro Pedrós publica la misma carta, en la que explica qué es ser madridista, en ‘ABC’ y en ‘El Mundo’. Lo próximo es darle una columna.

 

 

 

 

Domingo, 14 de mayo

 

Manuel Rodríguez Riveiro en ‘El País’:

 

«Hoy quisiera hablarles (¿aún queda alguien al otro lado?) de un libro excepcional, uno de esos volúmenes memorialísticos inclasificables…»

 

No sabe si queda algún lector al otro lado, pero da por hecho que es más de uno.

 

Miércoles, 17 de mayo

 

«Tenías ahí dentro una energía mayor, una compulsión, un instinto obsesivo, como quiera que se llame eso que te lleva a hacer una cosa y hacerla bien —dijo Brian—. Eras una fuerza de la naturaleza, y esa era una parte enorme de tu atractivo, por lo menos para mí, y creo que para mucha gente. Llegabas, enseguida caías bien, y lo mantenías mucho tiempo.»


Se lo he leído a David Carr en ‘La noche de la pistola’, mi nuevo libro favorito. En eso consiste ser atractivo.

 

*     *     *

 

Las lecturas de Dean Baquet, director de ‘The New York Times’:

 

«La biografía de Richard Nixon y un thriller maravilloso que se llama White tears, de Hari Kunzru. Pero a diario y porque son competidores leo ‘The Washington Post’, ‘The Wall Street Journal’ y ‘The Guardian’, y ‘The New Yorker’ por placer, a pesar de ser otro competidor».

 

Jueves, 18 de mayo

 

El madridismo, según Míchel. Lo leo en ‘El Mundo’:

 

A ganar, pues, no se aprende. Simplemente, se convive, en opinión de Míchel: «El día a día en el Real Madrid te enseña, porque se convierte en un constante ejercicio de supervivencia. Desde el primer momento que pisas la Ciudad Deportiva, compites contra ti mismo, contra el compañero y contra el rival. Si permaneces, al final no sabes vivir sin ese estrés, muy útil para otras cosas de tu vida diaria, de tu educación. Eres inquieto, audaz, fuerte y no te gusta la compasión. Además, quieres hacer las cosas bien, porque no hay solamente que ganar. Existe una estética alrededor de todo eso, una manera de comportarse. Cuando te das cuenta, la exigencia parte de ti mismo».


Sobre si esa estética de la victoria se ha debilitado o no desde su paso por el club como jugador, es concluyente: «No nos equivoquemos. Madridismo sólo hay uno. Podrás creer en Dios o no, ser judío o cristiano, pero si eres del Madrid, nada más puedes serlo de una forma y es como han dictado sus más de 100 años de historia».

 

*     *     *

 

Watson dijo de Holmes: «Nunca escribía una carta cuando podía enviar un telegrama». Lo leo en un ensayo de Alberto Ruiz de Samaniego sobre Sherlock Holmes en ‘fronterad’. Todo cabe en un tuit.


Otros buenos tuits de Holmes.


«La tentación de formar teorías prematuras con datos insuficientes es la ruina de nuestra profesión». En ‘El Valle del miedo’.

«Dejar que el cerebro trabaje sin disponer de suficiente material es como acelerar a fondo un motor. Acaba estallando en pedazos». En ‘La pezuña del diablo’.

 

*     *     *

 

«Lo que me importa, ante todo, es contar una historia», dice Lawrence Wright en una entrevista concedida a ‘Letras Libres’. Wright es un reportero de ‘The New Yorker’, premio Pulitzer, que también ha hecho cine, teatro, series de televisión y novelas. «Lo que me importa, ante todo, es contar una historia. Las formas de expresión pueden ser diferentes, pero el impulso es el mismo. La parte más difícil de escribir es saber qué tema abordarás.» Él lo llama «periodismo poliédrico». Contar historias.

 

*     *     *

 

Muy pertinente la nota de la defensora del lector de ‘El País’.


«Llevar al extremo lo políticamente correcto haría que los periodistas de sucesos terminasen redactando crónicas al estilo del gran Gila: ‘Alguien ha matado a alguien'», opina [Vicente G. Olaya, redactor jefe de Madrid]. «Cuando en la versión web del reportaje «Los sueños rotos de José y Belén» se hacía mención a que estudiaban en un colegio de élite (lo cual es cierto), el redactor solo intentó acercar a los lectores al ambiente socioeconómico en que vivían los jóvenes. Los lectores de ‘El País’ que viven en Madrid son una ínfima minoría comparados con los que este periódico tiene en el mundo. No todos saben cómo es el barrio de Salamanca. Si este triste suceso hubiera acaecido en un distrito desfavorecido de la ciudad, hubiésemos hecho exactamente lo mismo, describiendo cómo era el instituto donde estudiaban. Deslizar que esa mención sobre el nivel económico y educativo de Belén y José buscaba desacreditar sus figuras o la justificación de sus muertes es, sencillamente, una canallada».


Algunas lecciones de ética de los lectores son ridículas.

 

Viernes, 19 de mayo

 

El premio al teletipo idiota del día se lo llega la agencia Efe con este tema: Los panaderos piden quitar del refranero que pan con pan es comida de tontos.


Más de 650 panaderos artesanos han lanzado una campaña para pedir a la Real Academia de Española y al Instituto Cervantes que eliminen el refrán de sus obras de referencia. Dice un panadero de Cornellà que el refrán «no dignifica un oficio muy sacrificado». Además, dice el teletipo, el panadero ha señalado que con esta iniciativa quieren «reivindicar el pan artesano, darle visibilidad, que se hable de él y que la gente acuda a las panaderías».


Panadero con panadero…

 

Sábado, 20 de mayo

 

«Ni seis meses ha durado el matrimonio del jinete español Álvaro Muñoz Escassi (42 años) y la multimillonaria venezolana Raquel Bernal», escribe Beatriz Cortázar en ‘ABC’. Lo mejor de la información es el subtítulo: «De su breve matrimonio con la adinerada venezolana, Álvaro Muñoz Escassi saca tres caballos y un Lamborghini».

 

*     *     *

 

Carlos García Santa Cecilia escribe sobre Miguel Ángel Bastenier en ‘fronterad’:

 

«Irrumpía el paquete y todos y cada uno salíamos de nuestro letargo para llevarnos un ejemplar recién impreso de intenso olor a tinta fresca, los primeros, cuya lectura nos devolvía poco a poco al ritmo habitual. Estoy viendo a Miguel Ángel Bastenier, el redactor-jefe, que cogía uno y desaparecía. Al rato volvía del cuarto de baño y decía: ‘Hay que llamar a Peko, tiene un error en la segunda horizontal’. Era el tiempo que necesitaba para resolver el crucigrama y el equipo de cierre se disponía bajo sus órdenes a elaborar un nuevo periódico en el que no solo se incluían las últimas noticias sino que se reescribían buena parte de las informaciones. A las doce menos cuarto de la noche tenías que sacar de la cama al director de orquesta para que te confirmara qué sinfonía de Berlioz preparaba para el próximo concierto o al ministro de Cultura –en aquel tiempo siempre era Javier Solana– para que fijara su posición ante un nuevo anuncio de la llegada de la colección Thyssen, a lo que, por cierto, siempre respondía Solana solícito y llamándote por tu nombre».

 

Domingo, 21 de mayo

 

Vargas Llosa, en una conversación con Reverte y Marías, que publica ‘XL Semanal’:


«Sí, yo rehago mucho, corrijo mucho, y hay que ser implacable. Es Flaubert puro: cortar, corregir, cortar; no ser complaciente con uno mismo respecto a las palabras. Hay que meter el hacha. Aunque también el exceso de autocrítica puede ser muy destructor. Si insistes en corregir y en rehacer, puedes estropear lo que estaba bien. Hay que saber cuál es el límite.»

 

*     *     *

 

Llego al artículo de Javier Marías a través de la home de ‘El País’. Hoy no lo incluyen en el módulo de opinión, con su careto, sino en el bloque de destacados, con un título inusual para él: ‘Podemos es lo más parecido a la Falange desde que feneció la Falange’. Pincho y veo que el título es otro: ‘La peligrosa parodia’. Es un artículo de esos en los que Marías muestra su enfado por todo: por Putin, por Le Pen, por Corea del Norte, por Trump, por los corruptos, por el PSOE, por Podemos… Lo de Podemos lo dice justo al final: «Por último hay un partido que se proclama de izquierdas, Podemos, y que es lo más parecido a la Falange desde que feneció la Falange: sólo le falta sustituir el vetusto himno de Quilapayún en sus mítines por el más vetusto ‘Cara al sol’, y le saldrá el retrato’. Tiene gracia que ‘El País’ venda así el artículo dominical de Marías. En el inicio de esa misma columna critica «la dictadura de la exageración» que se ha impuesto en el periodismo.

 

Martes, 23 de mayo

 

Escribe David Carr en ‘La noche de la pistola’ que, para su rehabilitación, después de años bebiendo y drogándose, no necesitó ninguna aparición cristiana, ni hallazgos terapéuticos.


«Más bien recordé —escribe—, despacio y gradualmente, quién era yo. Había abandonado la vida de una persona normal (primero, poco a poco y, luego, a toda velocidad), y tardé mucho tiempo en descubrir el mapa para mi vuelta».

 

*     *     *

 

Esa extraña manía que se ha impuesto en los digitales cuando ocurre alguna tragedia de publicar una pieza titulada «lo que se sabe de…». Las otras 15 noticias sobre el mismo tema que van en la portada cuentan lo que no se sabe, supongo.

 

Viernes, 26 de mayo

 

En el corto ‘La rodilla de Artemisa’:


«Compañero, ¿no has mirado nunca con espanto y deseo la naturaleza de una loba, de una corza, de una serpiente?»

 

Sábado, 27 de mayo

 

En ‘El Cultural’ preguntan a escritores y artistas por qué hay que leer. Y algunos recuerdan sus primeras lecturas. Javier Gomá dice que como su primer libro recuerda los comentarios de San Juan de la Cruz a sus propios poemas. Arrea. Lo raro es que no dijera Kant. A Alicia Martín, artista, lo primero que se le viene a la cabeza es ‘Rayuela’. Cristina Lucas, también artista, leyó con seis o siete años ‘La cabeza del dragón’, de Valle Inclán. ¡Valle Inclán! El actor Israel Elejalde no recuerda bien si leyó primero ‘Momo’ o ‘El hobbit’. Esto es otra cosa, aunque tampoco fueron mis primeras lecturas. No recuerdo cuál fue mi primera lectura. Desde luego, se parece más a la de Sara Mesa –Mortadelo y Filemón– que a la de Gomá. Uno empieza leyendo cómics, o los cuentos de la colección de Ala Delta: ‘Yagú, el lobo azul’ es un libro que me mandaron en el colegio. O las historias de los cinco, o de los hermanos Hollister. Luego vienen ‘Momo’ y ‘La historia interminable’, se descubre a Verne, porque un niño de seis años no puede leer el tocho de ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, por muy exquisitos que se pongan algunos. Se descubre a Verne, se lee ‘Robinson Crusoe’, Sherlock Holmes… Y luego uno llega a los franceses, a los rusos… Al menos nadie dice en esta rápida encuesta de ‘El Cultural’ que empezó leyendo a Tolstoi. En fin, todo esto para terminar leyendo a Karmelo C. Iribarren.

 

Domingo, 28 de mayo

 

Así empieza ‘Ver a una mujer’, de Annemarie Schwarzenbach:

 

«Ver a una mujer: solo por un segundo, solo por el breve lapso de una mirada, para luego volver a perderla, en la oscuridad de un pasillo, tras una puerta que me está vedado abrir…

Ver a una mujer, y sentir en ese mismo instante que también ella me ha visto, que sus ojos interrogantes han quedado prendados de mí como si no tuviéramos más remedio que encontrarnos en el umbral de lo ignoto, de esa frontera oscura y melancólica de la conciencia…

Sí, sentir durante ese segundo que ella también se queda en suspenso, diríase que dolorosamente interrumpida en el discurrir de los pensamientos, como si se le contrajesen los nervios al contacto con los míos».

 

*     *     *

 

Las dedicatorias de Javier Marías de este año:


– En ‘Los villanos de la nación’: «A Jaime, y que cuide de los villanos (abundan)».

– En ‘Las huellas dispersas’: «A Jaime, la dispersión».

– En ‘Salvajes y sentimentales’: «A Jaime, y que sea más lo segundo que lo primero».

 

Lunes, 29 de mayo

 

La dedicatoria de Norman Mailer en ‘Crónicas presidenciales’:


«Este libro está dedicado a algunas damas que han ayudado y estorbado a su autor en su composición».

 

La dedicatoria de Sophie Calle en ‘Historias reales’:


«Hacía siete años que vivía con un hombre. Se marchó. Para siempre. Poco después mi amiga Cathy conoció a un extraño en un bar y creyó que me gustaría. Le pidió su dirección y me la regaló, ofreciéndome así uno de los episodios más novelescos de mi vida.

A ese desconocido providencial.

La dedicatoria que inicialmente abría esta obra carecía ya de sentido tras varias reediciones.

Nueve años después, dedico este libro a Bob Calle, definitivamente, el hombre providencial de mi vida».

 

Miércoles, 31 de mayo

 

En ‘Piscinas vacías’, el libro de Laura Ferrero:


«Era cínico porque era consciente de que sabía mentir, y lo hacía tan bien que incluso cuando mentía decía la verdad.

Se miraba mucho al espejo. Demasiado. Pero de tanto observarse no veía las arrugas que habían entristecido su mirada de depredador. Era ciego para las cosas que estaban cerca. Tal vez se debía al pelo largo que le tapaba ese ojo fatigado de tanto mirar y no encontrar».

 

*     *     *

 

En ‘La noche de la pistola’, de David Carr:


«Si no son las drogas, son los hombres; si no son los hombres, es el dinero; si no es eso, es la soledad; y si tampoco es eso, es la enfermedad mental. Siempre se busca alguna forma de destrucción».

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