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A mi antojo: septiembre 2017

 

Viernes, 1 de septiembre

 

«Pienso en ti todo el tiempo, y eso casi me hace odiarte».

 

Lo dice Claire Underwood en el penúltimo capítulo de la quinta temporada de House of Cards.

 

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En la tira de hoy de Tute el hombre le dice a su pareja:

 

«Le ruego que, por favor, no me tome por lo que soy».

 

Valeria Correa me dice por Twitter: «Me recordó a Weil: ¿Hay algo más tremendo que descubrir un día que se ama a un ser imaginario a través de una apariencia corporal?»

 

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«Cuando el dolor atraviesa un buen momento».

 

He leído esta pintada en una pared mientras caminaba por Valencia.

 

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Domingo, 3 de septiembre

 

—Es que a Jaime le cae mal mucha gente.

 

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R., con quien comparto confidencias, me envía la columna que hoy publica Rosa Montero:

 

«Muchas personas se pasan la existencia ignorando que son ellas mismas quienes se están saboteando. […] Por no hablar del terreno sentimental, en el que el autosabotaje llega a alcanzar niveles grandiosos».

 

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Clara Felis escribe hoy en ‘El Mundo’ sobre los hijos de los nazis.

 

Brigitte [la tercera de los cinco hijos de Rudolf Höss (comandante de Auschwitz)] definió Auschwitz como un «paraíso», pero los que allí habitaban sabían que aquello era el mismo infierno. Su visión se alejaba así de la auténtica realidad. Para ella, las estrellas amarillas o los pijamas a rayas blancas y negras que llevaban sus jardineros formaban parte del atrezzo. Dentro de sus cánones estéticos todo estaba en orden y armonía. Incluso las hogueras que siempre se veían desde lejos eran parte del paisaje cotidiano. Nada desentonaba sobre el resto. «Unos hombres con trajes a rayas, los que son vigilados por papá, nos traen a menudo nuevos animales. En el fondo del jardín tenemos una colmena y papá nos enseña a sacar los estantes sin molestar a las abejas. Nada es demasiado bello para nosotros. Muchas fotos muestran a la familia, muy sonriente, en ese magnífico jardín, en la maravillosa época de Auschwitz».

 

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Lunes, 4 de septiembre

 

La próxima vez que una señora me impida aparcar porque mi-marido-está-por-venir-nosotros-ya-cogimos-el-sitio me la llevo por delante.

 

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Miércoles, 6 de septiembre

 

En la entrevista de Alberto Olmos a Javier Marías:

 

—He leído como diez veces lo de que vivías aquí con tu padre como “dos viudos”; lo de la pitillera con la cita de Kipling; lo de que escribes a máquina y sin plan; también que tienes ese cuadro de ahí y un alfiler de corbata con el retrato de Shakespeare, que perteneció al actor Robert Donat… ¿No se sabe quizá demasiado de ti, ya solo con las entrevistas?

—No, porque, bueno, este tipo de cosas son superficialidades. No sé si equivocadamente, la verdad es que tengo un poco la sensación, a pesar de que este tipo de cosas se sepan, de que al mismo tiempo soy más bien hermético, no se sabe mucho de mí. La misma sensación que tengo también por el número de años que llevo publicando, y siendo por tanto persona pública: yo veo a muchos colegas que van por la calle casi esperando a ser reconocidos, por ejemplo, y yo en cambio nunca me entero de nada, voy como he ido toda la vida, a veces cuando voy con mi mujer, con mi pareja, vamos, a veces me dice, mira, esos te han reconocido, ¿ah, sí?, no me he dado cuenta de nada. De esa misma manera que voy por la calle como si nada, tengo la sensación de que por mucho que haya contado, en realidad no he contado nada. O nada de lo importante. O nada de lo secreto. Todo el mundo tiene sus secretos.

 

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En esto de las series llego siempre tarde. En el primer capítulo de Mad Men:

 

—Nunca me enamoré.

—Se refiere al amor. Al rayo que atraviesa el corazón y no le permite comer ni trabajar, y la obliga a salir corriendo a casarse y a tener bebés. No lo sintió porque no existe. Lo que llama amor fue inventado por alguien como yo para vender medias de nailon.

—¿En serio?

—Estoy seguro. Se nace solo y se muere solo, y el mundo te impone unas cuantas reglas para que te olvides de eso. Pero yo no lo olvido. Vivo como si no hubiera un mañana porque no hay ninguno.

 

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Jueves, 7 de septiembre

 

En la entrevista de Eduardo Lago a Paul Auster:

 

«A veces me pregunto por qué me he pasado la vida encerrado en un cuarto escribiendo cuando afuera está el mundo lleno de vida y de posibilidades. La escritura exige entregarse a ella sin fisuras, abrirse a toda forma posible de dolor, de gozo, a todas las emociones que es posible sentir. Hacerlo bien requiere coraje moral. Ninguna otra ocupación exige a quien la desempeña que entregue el ser, el alma, el corazón y la cabeza sin saber si al final habrá recompensa».

 

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Últimas entradas del diario de Ricardo Piglia:

 

«La mano derecha está pesada e indócil pero puedo escribir. Cuando ya no pueda…»

 

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Domingo, 10 de septiembre

 

Olivia Laing en ‘La ciudad solitaria’:

 

«¿Qué significa estar solo? ¿Cómo vivimos cuando no tenemos una relación íntima con otro ser humano? ¿Cómo conectamos con otras personas, sobre todo si hablar no nos resulta fácil? ¿Cura el sexo la soledad?»

 

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Ken Follet en ‘El País’:

 

«Mi obra no es intelectual. Y no me importa que alguien lo diga. Haré una comparación. Cuando se va a un concierto de música, algunas personas admiran la técnica del violinista. Pero la mayoría va por las canciones. Así que un enfoque intelectual es casi técnico, mirar la cosa de forma analítica. Y no es la forma en que la gente lee mis libros. Disfrutan de las canciones, de la historia. La literatura intelectual a menudo no tiene una historia. Y eso está bien para la gente que le guste, y yo mismo la leo bastante a menudo. Así que si la gente dice ‘la obra de Ken Follett no es intelectual’, yo digo ‘tienen toda la razón, no lo es'».

 

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Lunes, 11 de septiembre

 

Olivia Laing:

 

«Estos primeros años tampoco fueron precisamente ricos en relaciones personales. No tenía novia, aunque quizá tuviera algún romance pasajero. No tenía amigos íntimos y veía a su familia solo de tarde en tarde. Tenía colegas y conocidos, sí, pero llevaba una vida muy precaria en lo que al amor se refiere, aunque abundante en independencia, abundante también en esa virtud tan poco valorada como es la intimidad».

 

Y:

 

«Me encantó esa declaración, me encantó sobre todo la última frase: ‘Vi cómo me liberaba de los silencios de la vida interior’. ¿No es ese el sueño del sexo? Que nos libere de la cárcel en la que el cuerpo se encierra a sí mismo; sentirnos por fin deseados, comprender su extraño idioma».

 

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—Me encanta esa foto (solo censuro el boli azul).

—Qué dices, mente enferma. ¿En qué color escribes tú?

—Boli negro siempre. No admito discusión.

—No tienes ni idea.

—Ni puta idea tú. El negro es la raza superior.

—El negro es un color más rotundo y severo, ergo hay que usarlo para algo importante, pero corto. (Lunes, 11 de septiembre). El rojo: avisos, citas, títulos, etc. El verde para eventos festivos: cena con Pepita. El azul lo general, si bien en un texto de corrido también te compro el negro. NO EN AGENDA.

—El azul es el color de la gente simple. La gente que no tiene personalidad escribe en azul. Yo nunca me enamoraría de una mujer que escriba en boli azul.

 

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Martes, 12 de septiembre

 

Los baños de El Imparcial tienen un espejo en la pared del retrete. No es raro encontrarse algo así en restaurantes pintones como este. Mirarse en el espejo mientras meas es una experiencia inquietante. Arte moderno del bueno.

 

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Con la nueva dirección en el Cultural de ABC desaparece del suplemento mi sección. Han sido dos años ‘ajustando letras’ cada quince días. Not bad.

 

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Miércoles, 13 de septiembre

 

Pasé por La Central para hacer tiempo. Cogí de la estantería ‘Saturno’, de Eduardo Halfon, y lo leí:

 

«¿Para qué, padre, tanto negocio? ¿Recuerda usted mi niñez, padre? ¿Recuerda usted mi adolescencia? ¿Recuerda usted a su hijo creciendo, jugando, trepado en un árbol? Su negocio lo era todo, siempre. Lo absorbía por completo. Vendiendo y comprando no sé qué, no le sobraba a usted tiempo para su hijo. ¿Y para qué, padre? ¿Para darme mejor vida, bienestar económico, un par de cheques al año? Porque materialmente, padre, no me faltó de nada. Pero nunca pudo usted entender que más que dinero yo necesitaba un padre. Yo necesito un padre».

 

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En el Documentos RNE sobre Julio Camba:

 

«Camba hizo todo lo posible por que la gente lo odiara, pero nadie lo odió».

 

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Jueves, 14 de septiembre

 

Ayer vi ‘Verónica’ y hoy he echado la mañana escuchando a Bunbury. En una canción dice esto:

 

No sé distinguir entre besos y raíces

No sé distinguir lo complicado de lo simple

Y ahora estás en mi lista de promesas a olvidar

Todo arde si le aplicas la chispa adecuada

 

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Domingo, 17 de septiembre

 

Se acaban las vacaciones despidiendo la soltería de K. en la feria de Albacete.

 

—¿Habéis ligado?

—Claro.

—¿Con unas como vosotras?

—Con una que está leyendo a Hesse.

—Será broma que le preguntaste qué leía.

 

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Lunes, 18 de septiembre

 

Los nuevos defensores del lector (los tuiteros) piden llenar internet de fotos de gatitos para que no se vean los muertos en el atentado de Barcelona. El ‘New York Times’ eliminó la figura del defensor del lector porque en este nuevo ecosistema informativo hay nuevas formas de control tanto o más efectivas. Y aludían a las redes sociales. Compruebo que en efecto la portada del ‘New York Times’ de hoy ilustra la información con una fotografía de personas ensangrentadas tendidas en el suelo, no se sabe si heridas o muertas. Por suerte no hay gatitos.

 

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—Me cago en su puta madre. ¿Para qué habré venido?

 

#oídoenlaredacción

 

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Entrevista de Alfonso Armada en ‘ABC Cultural’:

 

—¿Quién es Robert Seethaler? 

—(Se queda pensando durante 15 segundos). Es imposible responder a esa pregunta. ¿Podría responder usted?

 

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Miércoles, 20 de septiembre

 

* ¿Acaso existe algo mejor que tener el cuerpo en el agua y la mente en el cielo?

 

* Me pasó un brazo por los hombros. Cada vez que hacía ese gesto yo sentía que me quería.

 

* Una vez me dijiste que las mujeres del montón se quedan en la orilla y las excepcionales se adentran en el mar.

 

* Puede que del color no salga nunca nada bueno, puede que sea demasiado real. Las fotografías buenas no son reales, son estampas de lo que no piensa sobre lo real.

 

* Me contestó que él no creía en el amor, y que cuando no crees en ello no puedes sentirlo.

 

* Yo, personalmente, lo adoro, cada fase, incluso la del desamor. Estar enamorada es como conducir por la costa californiana. Te crea la ilusión de que nada puede salir mal.

 

* El amor y sus mecanismos fueron concebidos como consuelo para la condición humana.

 

* Estás destinado a ser amado, aunque siempre ofrecerás al mundo una cara melancólica.

 

* El amor es arbitrario, inexplicable, y cruel. También es transitorio. Nada tan descabellado puede durar.

 

‘Agua salada’ (Errata Naturae). Charles Simmons.

 

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Jabois hoy:

 

«En el desamor hay un vacío, ni siquiera sufrimiento, cuando de repente uno empieza a disfrutar aquellas cosas que parecían estar dispuestas para ser disfrutadas con otros. No duele tanto el pasado como cuando empieza a disolverse en el presente; cuando de repente vuelves a ser el de antes sin nada de lo que había antes, y en medio de la euforia aparece una nostalgia extraña, la última de todas, que se queda dormida a tu lado acompañándote siempre. Como los muertos y como los ex, como los amigos perdidos».

 

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Jueves, 21 de septiembre

 

Los casitítulos del Atlético de Madrid merecen una entrada propia en la Wikipedia.

 

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Tuiteo la columna de Milena Busquets:

 

«Mi amigo es periodista –uno de los buenos– y va vestido de periodista a la antigua usanza, con americanas de pana en invierno y con el bolígrafo y la libretita asomándole siempre por uno de los bolsillos».

 

—¿Tú también vas vestido de periodista? —me responde.

—Sí, mi traje de periodista es mi mochila.

 

—Yo es que aún soy muy jovencito e inocente —le digo.

—Nadie que dice que es inocente lo es.

 

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Lo leo en un texto colgado en el Facebook de Cuartango:

 

«Hay una química de las miradas. Eso lo sabemos, pero en ocasiones nos asusta la intensidad. Ver es más fuerte que amar o quizás es lo mismo. Lo que es seguro es que primero vemos y luego amamos en un juego de recreación de la mirada».

 

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Viernes, 22 de septiembre

 

La piedra es la criatura

perfecta

igual a sí misma

vigilante de sus fronteras

exactamente repleta

de pétreo sentido

con un aroma que a nada recuerda

a nadie espanta no despierta codicia

su ardor y frío

son justos y están llenos de dignidad

siento su duro reproche

cuando la apreso en mi mano

y su noble cuerpo

absorbe el falso calor

Las piedras no se dejan domesticar

hasta el final nos mirarán

con su mirada tranquila clarísima.

 

Zbigniew Herbert.

 

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—Esto de la literatura se explica así: la gente que lee a Marías y la gente que no lee a Marías.

—Estoy de acuerdo. Me pasa un poco igual con el cine. Trazo mi propia barrera mental entre los que ven a Woody Allen y los que no.

 

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Lo mejor de la prensa de hoy lo da ‘El País’, en ‘Los lugares de… Arturo Fernández’.

 

El Café Gijón es una de sus diez elecciones: «Iba allí para encontrarme con los artistas del momento. Un actor no tendría dinero para tomar un café, pero iba impecable. Ahora veo a una persona mal vestida por la espalda y digo: ‘Ese es actor’, y no me equivico».

 

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Sábado, 23 de septiembre

 

De camino al coche, para cambiarlo a otro sitio donde no me puedan dejar una receta, he visto cuatro sombreros de playa en las lunas traseras. Adiós verano.

 

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He apagado el móvil para escribir sin distracciones y no he dejado de sentir en todo momento una incómoda sensación de desamparo.

 

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Domingo, 24 de septiembre

 

Llegué a casa a la hora que se llega en Madrid cuando sales de fiesta. Alguien había entrado por una ventana para llevarse mi ordenador y mi disco duro, además de alguna cosa menor, aunque no dinero, que de eso no tengo por mucho que buscaran. He perdido un ordenador y todo mi archivo fotográfico. Ahora las imágenes de mi vida serán las que mi cabeza quiera recordar. Los libros no los tocaron. Ni uno solo. Cabe concluir que los ladrones tampoco leen.

 

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Lunes, 25 de septiembre

 

—Tiene una guapura contenida; es interesante. Mi tipo.

—»Guapura contenida». ¿Eso qué es?

—Una guapura interesante, de esas que se ven después de un café, y dos, y tres.

 

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He salido de la comisaría más dos horas después de entrar, y no me han detenido.


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Martes, 26 de septiembre

 

Facebook publica hoy un anuncio a toda página en los periódicos con diez consejos para identificar noticias falsas:

 

1 – No confíes en los titulares.

2 – Examina la url de cerca.

3 – Investiga la fuente.

4 – Fíjate en el formato.

5 – Presta atención a las fotos.

6 – Revisa las fechas.

7 – Verifica los hechos.

(¡¡Verifica los hechos!!)

8 – Consulta otras noticias.

9 – ¿La historia es una broma?

10 – Algunas historias son falsas de manera intencional.

 

Facebook quiere que sus usuarios hagan el trabajo de los periodistas.

 

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—En una columna Milena Busquets habla de las personas que cuentan. Las que no se limitan a decirte una cosa, sino que la llenan de detalles y la convierten en un cuento. Me gustan esas personas. Me gusta que me cuenten historias.

 

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Miércoles, 27 de septiembre

 

Viendo ayer un documental sobre Gabriel García Márquez en la Cineteca del Matadero aprendí que publicó su primera columna en ‘El Universal’ con 21 años. No fue su primer texto, pues antes había publicado un cuento muy celebrado. Cuando tiempo después se presentó en la redacción el director lo reconoció de inmediato y le ofreció una columna. Así empezaba:

 

«En las últimas noches ya no iban nuestras miradas a preguntarle por el regreso enamorado de aquella voz que nos quedó sonando en el oído como un pájaro eterno; o por el rincón temporal donde cortamos el hilo tenso de la aventura, sino que tratábamos de impedir, de detener con un gesto último y desesperado aquella marcha lenta, angustiosa, que iba precipitando las horas contra una frontera conocida que era, a su vez, la orilla tremenda donde se doblaba nuestra libertad.

 

Caía entonces sobre la ciudad amurallada un silencio grande, pesado, inexpresivo. Un largo silencio duro, concreto, que se iba metiendo en cada vértebra, en cada hueso del organismo humano, consumiendo sus células vitales, socavando su levantada anatomía. Hubiera sido aquel buen silencio elemental de las cosas menores, descomplicado; ese silencio natural y espontáneo, cargado de secretos que se pasea por los balcones anónimos. Pero éste era diferente. Parecido en algo a ese silencio hondo, imperturbable, que antecede a las grandes catástrofes».

 

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—Lo que dices de Podemos Pamiés lo definió con el concepto de pico de oro: «Todo viene de la figura legendaria y extenuante del pico de oro. El pico de oro es un tío con facilidad de palabra, al que no le gusta mucho currar y que tiene una capacidad increíble para discutirlo todo. Y que le encanta follar. Está vinculado con la juventud y las ganas de follar […]. Los picos de oro los he visto desde mi juventud, los reconozco a la legua. Ejemplo de pico de oro elevado a la categoría máxima: Pablo Iglesias. Al final siempre es un tío haciéndose el interesante dando la tabarra a ver si pilla».

 

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Jueves, 28 de septiembre

 

—Jaime, que sepas que he ido a comprarte un boli negro. He pasado por una papelería y ya que estaba te lo iba a haber comprado. Pero no había. Eres tendencia.

 

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Viernes, 29 de septiembre

 

Subrayados de la entrevista de Alberto Gordo a José María Nieto en ‘El Cultural’:

 

– Yo siempre he creído que la ficción tiene que agredir a la realidad. La ficción es una manera de que vayamos viendo cómo es la realidad, de que la entendamos mejor. Muchos modelos de comportamiento, como el amor cortés o lo que sabemos sobre sexualidad, fueron posibles por la ficción.

 

– No puede haber un buen cuento sin tijera. En la novela la poda no es tan importante, pero es aconsejable. Hay grandes novelas que, de haber sido podadas, habrían mejorado. Pero aun así son inmortales, como el ‘Quijote’ y ‘Guerra y Paz’.

 

– Postcuento: No érase una vez.

 

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Sábado, 30 de septiembre

 

Que empiece el deshielo.

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