Con el regreso de David Bowie y el estallido de bandas que imitan el sonido de mediados de los setenta y ochenta, me parecía conveniente dedicarle un hueco al que ha sido uno de los mejores discos del año pasado dentro del circuito underground estadounidense. ‘Age wave’ es el nombre del disco del californiano Sam Flax, quien en un principio se autoeditó su propia cinta de casete y más tarde Burguer Records apostó por él sacando el disco en formato de vinilo.
Sam Flax rescata las texturas de los ochenta, los sintetizadores y las atmósferas cósmicas, sin perder nunca el buen gusto e influyéndose de eminencias como David Bowie (del que además toma prestada la apariencia andrógina), Roxy Music o Vangelis. El resultado es un disco de pop psicodélico con pinceladas de disco, glam y funk.
Este californiano no solo rescata el sonido de una década, sino que además recupera todos los elementos estéticos. El videoclip que grabó para ‘Fire doesn’t burn it self’ muestra una calidad de imagen propia del ya obsoleto VHS y está plagado de recursos que beben de la vanguardia futurista que tan de moda estaba por aquel entonces, como las luces de neón, los platillos volantes, los colores flúor y el uso de arcaicas transiciones y efectos en el video.
‘Fire doesn’t burn it self’ es el tema que abre el disco y el que resulta en apariencia el más comercial por su pegadizo estribillo y los diversos sonidos espaciales y ritmos que invitan al baile, pero Sam Flax sabe que un hit verdaderamente comercial nunca duraría más de 5 minutos y difícilmente podría dedicar un minuto entero a un bajo funk que repite una y otra vez los mismos acordes mientras el canto de una ballena eléctrica comienza a acompañarlo. El resultado es una pieza perfecta de pop psicodélico y disco.
La segunda canción ‘Child of Glass’ bebe de las composiciones de Roxy Music, de hecho, la apertura del tema recuerda descaradamente a ‘The Space Between’, del cual se conserva la misma elegancia y el ambiente espacial. ‘Dark Water’ el quinto tema del album, comparte las influencias de los sonidos de Roxy Music, un tema breve e instrumental pero lleno de hermosos matices sonoros. ‘Everybody wants’ es el tema con más reminiscencias a T. Rex y Bowie, concretamente la apertura de »Get it on», Sam Flax se reserva un sonido más místico y se aleja del glam.
Mientras escuchamos ‘Age Wave’ podremos vernos inmersos durante tres minutos en el universo de Blade Runner con la canción ‘Crystal Death’, el segundo tema instrumental del álbum, una canción oscura como la muerte y frágil como el cristal, con ecos espirituales que van avanzando creando un sonido digno de Vangelis. ‘Another Day’ nos recordará al David Bowie más íntimo que encontramos en canciones como ‘Sweet thing’, los coros de ambos temas resultan muy similares. Sin duda, »Another Day» es uno de los tesoros del disco.
‘Age waves’ os transportará a alguna galaxia lejana, donde el baile y la nostalgia caminan de la mano.
Podéis escuchar el disco entero aquí.
Blanca de Castilla
