Recientemente, Fnac, por la compra de libros superior a los 30 euros, regalaba un cómic con un formato de 33 centímetros por 20 de ancho de 32 páginas. En un principio al verlo me pareció curioso y como tenía ya en mente comprar varios libros, entró en el paquete de mi lectura mensual. Ya en casa, tranquilamente ojeé el cómic y para ser sinceros no paré hasta devorarlo con mis ojos y disfrutar de los dibujos y los mensajes claros y científicos que se mostraban de una forma sencilla, entretenida y con un profundo conocimiento de la verdad.
Ahora el meteorito somos nosotros, me proporcionó un sentimiento claro… ¿Por qué este librito o mejor dicho, gran libro, no puede ser entregado en los colegios, institutos y universidades para nuestros jóvenes? Con su lectura sencilla, clara, concisa, basándose en libros y artículos de ciencia, sólo en 32 páginas nos enseña cómo se creó nuestro planeta, que le está pasando a la Tierra y quien es su responsable, cómo se originó nuestra atmósfera que es nuestro gran océano del aire, como comenzó el universo, los periodos por los que tuvo que pasar nuestro planeta, las extinciones masivas y porqué se producen y cómo hemos llegado a la situación actual. Como bien se dice en la portada, es un cómic sobre el mayor peligro para nuestro planeta y sus habitantes: el cambio climático.
Es un libro sencillo que tiene todo el conocimiento que se debe saber sobre nuestro mundo y nuestro comportamiento hacía el mismo y las consecuencias por nuestro poco respeto a la naturaleza y la biodiversidad de la vida. Un cómic que los niños y jóvenes seguramente lo leerían con gusto e incluso lo aprenderían de forma divertida y mejor que un libro de texto que muchas veces teniendo mucha información, lo esencial se pierde entre tantos datos muchos de los cuales son meramente de relleno. Un cómic donde se expone la realidad de las consecuencias del cambio climático, quien tiene la culpa y cómo solucionarlo. Un tema de gran importancia para sus vidas ya que según las filtraciones del informe IPCC de expertos sobre el cambio climático que saldrá para el 2022, nuestros hijos y nietos serán los que más van a sufrir las consecuencias del cambio climático global que se está produciendo por culpa de los gobiernos del mundo. Y es por ello, que ellos, los jóvenes tienen todo el derecho de saber qué está pasando, porqué y por culpa de quien. Este cómic escrito y dibujado por Dario Adanti, debe ser entregado de forma gratuita a todos nuestros jóvenes. Deben saber de una forma sencilla y hasta casi divertida lo que está ocurriendo con nuestro clima porque ellos serán las mujeres y hombres del mañana que tendrán que llevar las riendas y la herencia que nosotros les hemos dejado.
¿Por qué la educación se ha encaminado en que todos sepan inglés, dejando a un lado el verdadero conocimiento de la vida? El bilingüe ha obstaculizado la cultura en muchas facetas de la educación y este podría ser otro debate. Pero este cómic escrito en castellano por un argentino, debería ser la bandera o el estandarte que los jóvenes deberían llevar en su corazón en lo que a la vida en la Tierra se refiere y de cómo estamos destruyendo nuestra propia casa, para que sus ojos se abran a la realidad fuera del magnetismo de sus móviles que sólo les lleve a ver un mundo virtual y distorsionado, imbuidos en una tecnología que les da información no real o distorsionada y les forman en un consumismo inquietante para precisamente el futuro de sus vidas…
Dario Adanti su autor, publica ilustraciones y cómics en muchos medios de comunicación, realizando cortos de animación que han sido premiados en varios festivales de cine. Es uno de los fundadores de la revista Mongolia donde actualmente escribe y dibuja, actividad que compagina con las representaciones teatrales de Mongolia el musical y Mongolia sobre hielo. “Disparen al humorista”, “El mataburros de Mongolia” o la “Ballena tatuada” publicada este último en 2021 son algunos de sus últimos libros.
Ahora el Meteorito somos Nosotros, es un cómic que también deberían tener los Diputados y Senadores en sus escaños para que lo lean y aprendan, para que tengan conocimiento de sus responsabilidades y tomen soluciones no pensando en sus asientos ni sus sueldos, sino en los ciudadanos, en los jóvenes que son el futuro del mañana y que bajo ningún aspecto tienen que ser marionetas de las multinacionales ni del negocio de la destrucción de nuestro planeta que en esencia afectará a nuestra especie. Deberían tenerlo en la mesa de todos sus despachos, pero no de adorno, sino como denuncia, recordando que de sus decisiones, la historia del cómic puede cambiar de una forma o de otra, dependiendo si se dejan manipular o trabajan verdaderamente para quien les ha elegido sin importarles el calor de sus cómodos asientos.
“No es el planeta lo que está en juego, es nuestra propia especie…”, termina diciendo el protagonista del cómic que no es otro que una caricatura de su propio autor.
