AHORA QUE VOLVEMOS A LAS CALLES
Europa, primer miércoles del mes de junio
Antes de propalar mis veredictos
distinguir entre información veraz
y falsa; más aún, diferenciar
entre la información y el saber, como
cierne el tamiz la harina del salvado.
Antes de proferir imprecaciones
contra el poder, hacer que la virtud
y el verso destituyan al ministro
de mi interior, pues fui cobarde y vil
mientras muchos morían solos; luego,
solo luego, hablaré contra los líderes
(pues tantos fueron viles y cobardes).
Antes de discutir con mis contrarios
recordar que temieron por los suyos
como yo por los míos, que sufrieron
por sus padres, cuidaron de sus hijos;
antes de comenzar a discutir
con quienes hoy disiento en lo más hondo,
cuando pueda abrazarles, abrazarlos.
(Después, solo después, discreparemos.)
Antes de perseguir mis convicciones
detenerme a dar gracias por la vida,
por el aire en mi rostro, por la tierra
bajo mis pasos, porque tengo amigos,
porque doy y recibo amor; entonces,
solo entonces, volver al viejo plan
de hacer del mundo un ágora más justa.
Gonzalo Sánchez-Terán