Trévelez, que se levanta a una altura de más de mil quinientos metros sobre el nivel del mar y que es –creo- el pueblo más alto de Europa, tenía una gran reputación en cuanto a hechicería (existe una relación matemática que relaciona el número de hechiceras en España y la altura sobre el nivel del mar) e incluso se dice que los famosos jamones que vienen de allí, y que solían venderse en Fortnum and Mason, deben su sabor peculiar a los hechizos lanzados sobre ellos
Los divulgadores científicos no se cansan de repetirlo, correlación no implica causalidad. Dos variables pueden estar íntimamente ligadas desde el punto de vista estadístico y no tener nada que ver. Por eso la ciencia la deben hacer humanos, no big datas que rastreen correlaciones. Hay una divertida web, Spurious Correlations (tylervigen.com), que recopila toda una serie de correlaciones, que en principio no pueden ni deben tener nada que ver entre ellas. Por ejemplo, el número de divorcios en la marina y la margarina consumida siguen el mismo patrón en el siglo XXI. O el consumo de mozzarella en ese mismo siglo, que ha ido creciendo paulatinamente junto con el número de tesis en ingeniería, o el número de gente que muere ahogada en barcos de pesca y la tasa de matrimonio en Kentucky…
No sabemos si la correlación entre la altura sobre el nivel del mar y el número de hechiceras tiene algún fundamento o merece estar recopilada en estas correlaciones espurias.