Karima Shujazada (Bamiyán, cerca de Kabul, Afganistán, 1994) sonríe a intervalos cortos, como su escritura, organizada, acompasada, filosa.
Tiene dos hermanas y cuatro hermanos.
Karima aterrizó en Barcelona el 7 de junio del 2022.
Vino sola. Aquí ha reagrupado a parte de su familia, a su madre, Sediqa, y su hermano Nawid, casado con Najia.
Nawid y Najia acaban de tener un bebé, Keumarz. Ellos residen en Manresa (Barcelona).
Karima también tiene una hermana en Suiza: Qudsia.
A salir de Afganistán, en enero del 2022, le ayudó la asociación Afghan Women On The Run (Mujeres conmovidas por la dramática realidad).
Actualmente estudia en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), arropada por la Fundació Autònoma Solidària (Ciutadania activa, crítica, agent de transformació social).
A. Arrestar. “Arrestaron a mi hermano, se llevaron a mi familia”.
Arrestar
Arrestar
Arrestar
B. Burka. ¿Cómo es el burka? “Sentimiento raro, como una cárcel, no puedes ver nada”.
Burka
Burka
Burka
C. Cafetería [Café de la plaza Cívica, en el campus de la UAB, en Bellaterra (Cerdanyola del Vallès)]
Bebe agua.
Da la mano. Lo prefiere a los besos.
Las uñas de gel, cortas, azul vaquero microbrillante.
Dice: “Guerra de muchos años2.
Los talibanes quemaron su casa en 1998 o en 1999, no lo sabe bien.
La familia emigró cuando los talibanes accedieron al poder, en 1996. Se fueron a Irán vía Pakistán. Con la llegada de los norteamericanos, en el 2002, volvieron.
Su padre, escritor, historiador, Sayed Ibrahim Shujazada, murió en el 2008 o el 2009, de diabetes. No se acuerda bien de ninguna fecha.
Ella estudió Periodismo en la Universidad de Balj (2015-2018), adonde se trasladó con sus hermanas.
Como peacebuilding agent y facilitator, trabajó en Afghan Women Skills Development Center.
Hizo televisión en Balj, en el 2018, y aprendió a locutar noticias.
¿Cómo son los talibanes? “Ellos matan, golpean, no saben qué es mujer ni niños ni derechos”.
Dice: “Muchísimo contenta ahora, en esta cafetería”.
Ahora vive en Sabadell (Barcelona). Le ayuda Creu Roja.
Cursa el máster International Relations, Security and Development, en la Universitat Autònoma de Barcelona (Do you want to be ready to work on new dimensions and actors in security and on different sustainable human development models from a global perspective?).
Le gustaría trabajar en un sitio en el que pudiera cambiar el mundo, algo relacionado con niños y mujeres.
Se ha comprado una tabla de skate y quiere aprender a tocar la guitarra.
Análisis grafológico: por los rasgos de las letras se diría que busca el orden en su entorno. La ce parece una luna menguante.
Cafetería
Cafetería
Cafetería
D. Desarrollo. “El desarrollo es diferente en cada país. Por ejemplo, los derechos de las mujeres aquí son diferentes, allí también son diferentes. En España el desarrollo es una vida con más facilidades. Por ejemplo, ahora hay mucha gente que quiere viajar sin pasaporte, dicen: ‘¿Por qué el pasaporte?’. Mis amigos de aquí piensan en estas cosas. Pero en mi país se piensa solo en tener ropa, en tener casa, en ir a la escuela… No sé. Tener derechas [sic, derechos] es mejor. Aquí son muy altos, allá son muy bajos”.
Pancartas de las manifestaciones de mujeres en Afganistán: Freedom, Word, education, Education is our red line. Not to expel girls from university.
Desarrollo
Desarrollo
Desarrollo
E. Equivocado. “Esta palabra se me atraviesa siempre, he practicado mucho para decirla bien: e-qui-vo-ca-do. Me cuesta saber dónde va la vocal, donde pongo la e, donde pongo la de”.
Equivocado
Equivocado
Equivocado
F. Floresta, La. El distrito de La Floresta, en el parque natural de Collserola (Sant Cugat del Vallès), es un entorno privilegiado con casitas de mazapán y una vegetación exuberante. Aquí tienen casa algunos miembros de la asociación Afghan Women On The Run (Mujeres conmovidas por la dramática realidad). Se reúne con ellos.
Floresta, La
Floresta, La
Floresta, La
G. Generación. “La vida de mi generación es muy concreta. Aquí tienen el futuro, pueden pensar y moverse, hoy aquí, mañana allí. En mi país, mi generación no tiene futuro. Es la guerra, y ellos hablan de la guerra. Siempre la guerra”.
Dice: “En mi país hay mucha, mucha, mucha corrupción. Y hay guerra”.
Generación
Generación
Generación
H. Hosseini, Khaled. Es el principal escritor de Afganistán, nacionalizado estadounidense. Sus dos superventas, que conoce Karima: Mil soles espléndidos y Cometas en el cielo.
El último libro que ha leído, ya hace dos años: La biblioteca de la medianoche, de Matt Haig.
A ella le gustaría escribir una novela sobre su paso por la frontera. Dice: “Para escribir primero necesito leer y aprender mucho”.
Hosseini, Khaled
Hosseini, Khaled
Hosseini, Khaled
I. Ilegal. “Hay muchas personas que viajan en el mar, en el Mediterráneo. Cuando yo llegué a Barcelona, mi hermano estaba en situación mal en Afganistán y alguien le dijo: “Tú puedes viajar ilegal”. Quería ir a Irán, luego a Turquía, Bulgaria, Serbia… Tengo una amiga que tiene un hermano. Ella le convenció para que cruzara las montañas, ilegal. Por el frío, perdió los dos pies. Ahora ella se siente culpable”.
Ilegal
Ilegal
Ilegal
J. Joven. “En mi país, yo no soy joven, soy vieja. Las mujeres bien para casarse entre 18 y 25 años. El 1 de abril yo cumpliré 30 años”.
Joven
Joven
Joven
K. Karima. “¿Quién es Karima? Karima es una chica de un país con guerra, nacida en una guerra, que ha crecido en una guerra… La paz no es mi país. Son las bombas en escuelas y clínicas. La guerra beneficia a los señores de la guerra, los poderosos. Y es mala para la gente, que pierde a sus hijos”.
Karima
Karima
Karima
L. Lugar. “Mi lugar es mi patria, eso pensaba, donde los problemas no existen y continúa la vida. Hoy no lo sé. Mi lugar ya no sé si es mi casa, que es la guerra”.
Lugar
Lugar
Lugar
LL. Lluvia. “Me sorprende que en Afganistán llueva más que en Barcelona. Cuando no llueve, salimos para pedirle a Alá”.
Lluvia
Lluvia
Lluvia
M. Mujer. “Trabajar en casa, con niños, ya está, eso es lo que piensa el talibán de la mujer”.
Hasta la llegada de los talibanes, ella celebraba el 8 de marzo, el Día de la Mujer. Iba a las localidades próximas y enseñaba a las mujeres cuáles son sus derechos. “Qué desastre, muchas no saben nada”.
Mujer
Mujer
Mujer
N. Nube. “Barcelona tiene pocas nubes, Afganistán tiene muchas más”. La pareidolia consiste en interpretar las formas de las nubes y sacar de ello conclusiones, augurios.
Nube
Nube
Nube
Ñ. Cataluña. “No sabía que España se dividía en dos: España y Cataluña. Y que Cataluña se dividía en cuatro provincias. Y no sabía que en las provincias de España se hablan diferentes idiomas. Por ejemplo, en Bizkaia se habla vasco. Para mí es divertido”.
En catalán, Cataluña se escribe Catalunya.
Cataluña
Cataluña
Cataluña
O. Olvidar. “Tengo casi treinta años y no puedo olvidar mi pasado, mis amigas, mi sitio. Con todo, Afganistán es mi país, mis recuerdos están allí”.
Olvidar
Olvidar
Olvidar
P. Parque [Plaça de Gaudí, frente a la basílica de la Sagrada Família].
Viene medio encapuchada, con una sudadera granate que le da un toque distintivo, y puestas las gafas de sol que la protegen de los rayos oblicuos del invierno.
Las uñas nude, sofisticadas, discretas, muy twist.
Se sienta en su banquito preferido, de cara al templo del arquitecto Antonio Gaudí, que define como una obra de ingeniería de “muy alto pensamiento” y muy alta mentalidad», lo que equivale a la palabra genio.
En el parque está tranquila, lo que más desea ahora.
Aunque la familia de Karima es musulmana, a ella le gusta la estética y la estructura de las catedrales.
“¿Sabes por qué las iglesias son tan altas? Para que el hombre se vea pequeñito frente a ellas. Una manera de hacerse pequeño ante Dios”.
Cerca de la Sagrada Família, en el distrito de l’Eixample, vive su amigo Felip (pronuncia Philip), catalán con conocimiento de persa, y con el que queda a menudo.
Mientras espera a este redactor, algunos turistas le han pedido si les puede hacer una foto. Las turistas iraníes se quedan sorprendidas de que una afgana resida en Barcelona.
“Yo les digo que estuve también en Irán, dos veces: la primera vez cuando llegaron los talibanes al poder, y la segunda vez cuando los talibanes volvieron al poder”, deja claro. Admira a las mujeres iraníes encarnadas en la activista Narges Mohammadi, que ha recibido el Premio Nobel de la Paz por “su lucha contra la opresión”.
“Yo sigo el movimiento Women, Life, Freedom, que está haciendo tantas cosas. Pienso que en todos los países las mujeres han de luchar aún por sus derechos. En concreto, en Irán, hace unas semanas que las mujeres ya pueden entrar con libertad en los campos de fútbol. Las hinchadas también pueden ser femeninas”.
Como dice Karima: “Yo soy femenina y me gusta el fútbol”.
Sobre lo primero matiza: “Tenemos que luchar por los derechos de todos, no solo de las mujeres, también de los hombres. Yo soy feminista, pero veo que algunas feministas son raras porque no aceptan sus cuerpos y algunas se cambian la nariz y se ponen mucho maquillaje”.
Sobre lo segundo matiza: “Antes seguía al París Saint-Germain, cuando estaban Messi, Neymar y Mbappé, pero se han ido casi todos… Solo queda Mbappé [ahora juega en el Real Madrid]. Sigo los Mundiales, y me gusta que gane Brasil”.
También está al tanto de los progresos del futbolista alemán Nadiem Amiri, hijo de refugiados afganos, que juega en la Bundesliga.
En estos días, ha recibido noticias de mujeres que acaban de salir de la cárcel en su país.
Tiene que desconectar, porque estar al tanto de la actualidad afgana le imposibilita para estudiar. Le da vueltas a la cabeza y no se concentra.
Por eso ha dejado a medias la miniserie de televisión La unidad (Dani de la Torre, 2020), sobre una unidad antiterrorista española que opera en Kabul, y aún no ha visto el documental Mujeres en acción. Mundos huérfanos, de la periodista Mayte Carrasco, quien entrevista a Karima.
Por las redes sigue la guerra en la Franja de Gaza, que es una guerra “de muchos años”.
“En Instagram, el fotoperiodista palestino Motaz Azaiza tiene más seguidores que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden”.
17,5 millones de seguidores del primero frente a 17,1 millones del segundo.
En este sentido también ve los vídeos que difunde el comentarista norteamericano Jackson Hinkle, amigo de Palestina.
Las aplicaciones que más usa Karima, además de Instagram, Facebook y WhatsApp: Skyscanner, para buscar vuelos baratos; Temu, para las compras de ropa, y Snapchat, para charlar con la familia.
Análisis grafológico: se regodea con la letra qu, a la que imprime un sello particular, una media asta que curva la cola. Indicativo de su talento, no quiere defraudar.
Parque
Parque
Parque
Q. Qudsia. “Mi hermana pequeña, que está en Suiza, se llama Qudsia. Ella siempre ha hecho lo que ha querido. Es muy fuerte y habla muy bien. Lee muchos libros”.
Con su hermana, de visita en Barcelona, irá al paseo de Gràcia para ver las luces navideñas. También irán a pasear a la playa del Bogatell, entre Nova Icària y Mar Bella. El mar la seduce, la toma.
Qudsia
Qudsia
Qudsia
R. Ramblas. “Cuando quiero caminar, voy a las Ramblas”.
La flor de Karima es la rosa; el color de Karima, el rojo.
Río: “Estando en Berga [Barcelona], me acercaba al río [Llobregat]”.
Ramblas
Ramblas
Ramblas
S. Social Hub Barcelona [The Social Hub Barcelona, en la calle de Cristóbal de Moura, 49, en el barrio de Poblenou (Barcelona).]
Conjuntada con un jersey de punto, de algodón, rayas negras y blancas, cuello redondo y hombros caídos.
Las uñas, pintadas de rojo acaramelado, entre granate y ladrillo.
Detrás de ella, el cartel: You are the flower to my power.
Se niega a hacer yoga pese a que muchos estudiantes en The Social Hub Barcelona lo practican cada mañana. Un lugar soleado en invierno y alejado de los afectos en verano. Cristaleras por las que se filtra la claridad del nuevo día.
“Aquí hay muchas personas y muchas trabajan”.
Karima se acerca a The Social Hub Barcelona para pasar la tarde conectada al ordenador.
Karima se encuentra en la fase 2 de los pasos que debe dar como refugiada legal:
Karima: La fase 0 es cuando aún no estás. La fase 1 cuando vives en albergues; yo estuve en uno cerca de Sagrada Família, no sé el nombre, estaba como las mujeres que rezan mucho…
ReporteroJesús: ¿Como en un convento?
K: Sí, estaba así [junta las manos]. Luego la fase 2, en hoteles. Yo he estado en el hotel Ágora, en L3.
Karima da la dirección de la parada de metro de Mundet, de la línea 3 (verde), como si fuera un lugar geográfico determinado, como una plaza o una parcela o un punto de encuentro. Se trata de la residencia universitaria internacional Àgora BCN.
RJ: Sí que has dado vueltas…
K: Y estuve diez meses en Berga…
RJ: ¿Dónde exactamente?
K: No sé. Yo ahora estoy en la fase 2.
RJ: Y ¿qué tienes pensado para el futuro, si es que has pensado algo?
K: Presentar becas. Si me las dan, bien. Si no, compartiría piso con estudiantes.
De todos estos sitios por los que ha pasado se acuerda de las amigas que ha ido haciendo (“mis muy buenas amigas”): Najia, Queralt y Lena, compañera en The Social Hub.
Un día normal en la vida barcelonesa de Karima:
Se levanta a las siete o las siete y media, porque ya está acostumbrada.
Asiste a los cursos de castellano de BCN Metropol Language School, en la calle de Pelai, 12: “Muchas ucranianas; de mi país, solo yo”.
Nivel intermedio B1: la palabra que más le cuesta pronunciar es estructuralismo. Dice así: “¿estructuvismo? ¿estructurismo?”.
K: Me entero de que en Barcelona existe un bazar muy grande. Olvido cómo se llama…
RJ: ¿Boqueria?
K: Sí, eso. Y que existe la Sagrada Família, que aún la construyen y que se terminará en el 2026… Me gusta verla de día y de noche. Y sé que Gaudí era una persona con mentalidad muy alta. Y que cogió la idea de una montaña cercana a Manresa… [La montaña de la que habla Karima es Montserrat, enclave mágico consagrado a la virgen de Catalunya]. Es muy divertido para mí porque yo quería ser ingeniera…
RJ: Aún puedes.
K: No. Yo soy periodista. Pienso como periodista. La familia me dice que tengo mucho que contar.
Karima saca el móvil, con una funda de silicona que emite destellos híbridos.
Enseña a ReporteroJesús una entrada en la página Voiceow.com (Afghanistan Women’s Voice). Traducción automática del farsi: “Amargos recuerdos de dos hermanas que participaron en las protestas del movimiento de mujeres en la ciudad de Mazar y se quedaron solas en la frontera de Islam Qala, por la noche”.
RJ: Escribes muy bien.
“Son las ocho de la tarde y todo está oscuro. Estamos en la frontera de dos países…”
K: Me quiero presentar a esta beca…
En el teléfono móvil busca la página de la Fundación Gabo (Fomentar ciudadanos activos).
Se quiere presentar a la beca Michael Jacobs de crónica viajera: “Para Michael Jacobs el periodismo de viajes iba más allá de la simple experiencia anecdótica y por ello se buscan trabajos capaces de despertar los cinco sentidos y que le abran la mente a cualquier lector”.
RJ: Tienes mucho que explicar…
K: En Irán tuve problemas con el velo, y a mi hermana, la que está en Suiza, la arrestaron tres veces.
RJ: A ti no te arrestaron.
K: No, yo pienso en comunidad, y busco que no haya problemas. También he escrito sobre el amor y Palestina.
RJ: ¿Sobre el amor?
K: Sí, en Afganistán, la familia del chico va a la casa de la chica y arreglan el matrimonio. Si la chica acepta, los jóvenes se ven durante unos meses antes de la boda.
RJ: ¿A ti te ha ocurrido eso?
K: A mí me gustan los chicos sencillos, que hablen bien, que lean. Pero aún no me he enamorado de verdad.
Escribe en farsi la palabra enamorada.
Análisis grafológico: los brazos y el asta de la te sugieren que mira con recelo, no quiere decirse con amargura o sin ilusión o sin cariño, sino que mira previniéndose, como si no estuviera segura del otro.
Social hub Barcelona
Social hub Barcelona
Social hub Barcelona
T. Talibán. “No me gustan nada los talibanes, nada nada, nada”. Vuelve a insistir en ello: “Ellos se guían por la luna; nosotros, por el sol. No me gustan nada”.
Para Karima, todos los pastunes son talibanes, o casi todos.
Talibán
Talibán
Talibán
U. Uñas. Karima se pinta las uñas cada semana, y siempre de un color diferente. Hoy las lleva de color frambuesa.
Uñas
Uñas
Uñas
V. Volver. “No me gusta volver. Empezar de cero es difícil. Aquí, en Barcelona, he empezado de cero. Pero no podría volver a empezar de cero allí, en Afganistán. Si vuelvo es para ver mi casa”.
Volver
Volver
Volver
W. Water. “En el pueblo en el que nací no hay nada. Las mujeres van a buscar el agua al río, que es el wáter”.
Water
Water
Water
X. Xavi. Trabajador social de Cruz Roja. “Xavi me ayudó con los papeles, es muy amable”.
Xavi
Xavi
Xavi
Y. Yellow. “Me gusta el yellow para la ropa. El velo que tenía, el pañuelo, era de color yellow. Me quedaba bien”. Del inglés, yellow, amarillo.
Yellow
Yellow
Yellow
Z. Zahir, Ahmad. “El cantante que más me gusta, Ahmad Zahir, y siempre escucho sus canciones”. Su nombre significaría en castellano Diamante del Este. También escucha al cantautor iraní Mohsen Chavoshi (A Lotus Sprout). Y el pop rock de Shekib Musadiq (Shab Hay Mahtab). Sus sobrinos bailan al ritmo de Sasy Mankan (Bad Salighe).
Zahir, Ahmad
Zahir, Ahmad
Zahir, Ahmad