Y le sigue yendo de maravilla. Pocos arranques tan memorables en los últimos años que el que el autor y director Alfredo Sanzol ha pergeñado para su nueva comedia de memoria, costumbres y sueños: “En la luna”. Un pintor de planisferios recibe una carta del Pardo en la que se le invita a llevar sobre sus hombros el féretro del Caudillo. Lo malo es que al pintor nunca se le pagó el trabajo que había hecho disfrutar tanto a Franco en vida. Con ese inicio desopilante, y gracias a la fiera ternura y versatilidad orgánica de sus seis actores (Juan Codina, Palmira Ferrer, Nuria Mencía, Luis Moreno, Jesús Noguero y Lucía Quintana), Sanzol vuelve a componer una pieza hecha de piezas sueltas (con episodios memorables como la nueva versión de los corderitos y el lobo, la autora secreta de los cuentos eróticos de “Interviú” –lectura dialéctica de “Un ramito de violetas”- o el cumpleaños de Nagore) que acaban dejando una huella imborrable en el espectador, haciéndole reír y recordar al mismo tiempo. Como escribió el crítico Nacho Garzón en “ABC” el pasado lunes: “El Alfredo Sanzol director sabe trenzar la ironía, la justeza en el detalle y un punto lírico en la desembocadura de la función, que transcurre sobre una bella escenografía lunar de Alejandro Andújar. Los actores, todos afinadísimos en un registro de seriedad de época bajo el que se transparentan los elementos satíricos, se multiplican acertadamente en los diferentes personajes reunidos en este retablo jovial de fondo grave”. En el Teatro de la Abadía de Madrid.