Home Mientras tanto Algún llano con una sombra fresca

Algún llano con una sombra fresca

 

 

ALGÚN LLANO CON UNA SOMBRA FRESCA
                                                            Segundo lunes del mes de abril
Si esto sirviera para hablar del río
y no solo de las embarcaciones,
para empezar a conversar del ánfora
más que de sus fragmentos. Si valiera
este duelo (ya todos consolamos
a alguien cuyo padre ha muerto solo)
para sentarnos juntos bajo el cielo
a convenir en lo común: el agua,
la tierra, el aire, las preposiciones.
¿Acaso, di, te salvarás, tesela,
si las mazas destruyen el mosaico?
¿Pervivirás, mazorca, si la antorcha
o la plaga devoran al maizal?
Hay tanto ruido, tantos estandartes,
que escucharnos apenas es posible.
Haría falta que nos arriáramos.
Carabelas del alma harían falta,
cuencos llenos de dátiles, sosiego
y algún llano con una sombra fresca.
Si esto sirviera para hablar del libro,
sabríamos nosotros, tan delebles,
regresar a ser páginas, no trizas.
Si esto sirviera para hablar del todo,
nosotros, los más frágiles, podríamos
aprender a ser partes y no añicos.

 

                                   Gonzalo Sánchez-Terán

 

Salir de la versión móvil