Home Mientras tanto Amelia tiene razón.

Amelia tiene razón.

Ayer fue un día intenso. Más que intenso.

 

Empecé con el dentista: una médica y una auxiliar que en un satiamén me arreglaron el desaguisado.

 

A continuación me fui de actividad extraescolar con mis alumnas auxiliares de enfermería.  Tengo un chico en la clase,  al que llamo cariñosamente «chico-cuota», no vino. Fuimos a ver despidos (no en vivo, eso lo dejo para el próximo programa de televisión,  en los juzgados, claro). Quería que conectaran los apuntes de derecho laboral con la realidad. Dos juezas, dos secretarias judiciales y una agente judicial, miraron con recelo a mis adolescentes que se empeñaron en hacerse peinados (silenciosamente), mientras se presentaban alegaciones y pruebas.

 

Terminada la sesión todas mis alumnas se fueron de compras (hay que aprovechar, profe, que hemos salido un poco antes), yo corrí a la presentación  del libro que quiero recomendarles: Cine y Género en España. Publicado por Cátedra Feminismos. Datos, entrevistas a directores y directoras de cine, análisis de contenido de las películas más vistas, y por parte de la que escribe, un análisis jurídico-político del panorama audiovisual europeo y nacional.

 

La presentación fue en la Academia de Cine y asistieron ellos y ellas. Cuando se asiste a muchos actos sobre mujeres, siempre acabas comentando la ausencia de varones. En este caso era distinto, no por el tema, sino porque había autoridades. Los asuntos de igualdad, sólo se convierten en asuntos de hombres y mujeres, y no sólo «de chicas» cuando autoridades públicas con poder real se ocupan de ellos.

 

En la mesa presidencial: la directora del proyecto, Fátima Arranz, la Ministra, Ángeles González-Sinde, la nueva directora del Instituto de la Mujer, Laura Seara, la Presidenta de la Academia, Icíar Bollaín y la Consejera de Estado, Amelia Valcárcel.

 

Dentistas, juezas, ministras, investigadoras, directoras y consejeras de Estado. Igual es verdad que somos unas quejicas, que la discriminación es minoritaria.

 

El acto se fue desarrollando con normalidad pero, poco a poco fue cobrando intensidad reivindicativa. Las mujeres presentes intervinieron. Se fueron cabreando,y alentadas y agitadas por la inteligencia de pensamiento y acierto verbal de Amelia Varcarcel, acabaron pidiendo cambios. No estamos bien. Los cargos no van acompañados de una base social equitativa, donde hombres y mujeres compartan vida pública y privada. Las excepciones causan espejismos y hay que seguir siendo radical, activista, reivindicativa, inconformista. Como dice Amelia Valcárcel, tenemos abierta la agenda de la igualdad: cátedras, poder económico, poder político, poder religioso y talento. Mientras las cifras de mujeres, no superen el 20 %, significa que existen fuerzas que siguen empujando para que el mundo siga organizado desde la injusticia y la jerarquía.

 

Salí de la presentación oxigenada. Quedé con una amiga a comer. M. es ingeniera de montes, bilingüe en inglés, especializada en gestión de calidad y parada desde hace 18 meses. Ha realizado siete entrevistas, en seis le preguntaron sobre su fertilidad y sus planes de procreación. Tiene 35 años. Ahora está embarazada de cinco meses. Ha  dejado de buscar trabajo hasta que dé a luz.

Comimos en una terraza, pasaron dos adolescentes, podrían ser mis alumnas, pero pertenecían a un colegio privado. Llevaban la falda de uniforme arremangada hasta el pubis y la camisa anudada al ombligo, maquilladas y con el pelo cardado: lolitas totales. Pensé en el velo y su polémica en relación al machismo.

 

Tiene razón Amelia, siempre tiene razón, tenemos la agenda abierta.

 

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