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Amor y música

 

Mañana por la noche toco en un concierto, ¿quieres venir?

¿Qué tocas?

La guitarra.

Lo siento, pero ya tengo plan para mañana.

¿Más divertido que un concierto?

Más divertido que un concierto.

¿No puedes venir o es que eres de esas personas que nunca van a un concierto por eso de la multitud, la angustia, el volumen de la música…?

La verdad es que no voy a muchos conciertos.

Pues deberías probarlo. El directo es diferente. Es único. Es la mejor manera de vivir la música. Y ya no hablemos de subirse a un escenario.

Lo tendré en cuenta. Prometo probarlo.

¿Ir a un concierto o subirte a un escenario?

De momento, ir a un concierto.

¿Te gustaría aprender a tocar la guitarra?

¿Quién me enseñaría?

Yo.

No tengo interés en aprender a tocar ningún instrumento.

¿No te gusta la música?

Claro que me gusta la música, pero tocar un instrumento es otra cosa. Puede gustarme la música, pero no querer aprender a tocar ninguno.

¿Sabes que la música es matemática?

La música es pasión. Es arte.

Bueno, sí. Pero también es matemática.

Dos más dos son cuatro. Eso son matemáticas.

¿Sabías que la relación entre las octavas de una nota es de uno a dos? Lo dijo Pitágoras. Y tú sabes bien quién era Pitágoras.

Claro, el del teorema.

Los intervalos musicales también son matemáticas.

Muy bien. ¿Y?

Que sé que a ti te gustan las matemáticas, así que tiene que gustarte la música.

Ya te he dicho que me gusta la música.

Ya, pero me refiero a los secretos que descubres cuando tocas la guitarra.

¿Por qué te empeñas en que toque la guitarra?

Porque sé que te gustaría.

Sabes lo que me gustaría y sabes que me gustan las matemáticas. ¿Qué más sabes de mí?

Que tienes buen oído.

¿Cómo lo sabes?

Te he visto bailar.

¿¡Cuándo!?

Varias veces.

¿Y te ha gustado?

Ya te he dicho que lo haces bien.

No te pregunto si lo hago bien, te pregunto si te ha gustado.

Claro que me ha gustado, pero me gustaría más verte tocar la guitarra.

¡Qué manía con que aprenda a tocar la guitarra!

Tú aún no lo sabes, pero sé que te encantará.

Nunca he sentido la necesidad de tocar un instrumento.

Casi nunca sabemos lo que queremos.

¡Mira, si me hubieras dicho el piano…!

¿El piano?

¿Te extraña? A mí me gusta.

No sé tocarlo y no podrías aprender conmigo, pero entiendo que te guste.

Espera, ¿y si empezamos por las notas? Eso es algo común a todos los instrumentos.

Es un comienzo.

Y más adelante ya veremos si toco el piano o la guitarra.

¿Entonces quieres aprender a tocar?

¡No lo sé todavía! Y no me gusta que me atosiguen.

¿Prefieres que vayamos poco a poco?

Lo prefiero.

¿Cuándo damos la primera clase?

Mañana por la noche.

 


@Estivigon

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