Antes de irme me gustaría mencionar a German Alan Van Staden. Creo que su lugar favorito, a este lado del mundo, también es la vista a la que cuando podemos y podíamos vamos e íbamos. En los últimos días de julio de 2020 él ya no logra ir. Hace pocos años, llegué al final del camino que se adentra y vi su nombre, su fecha de nacimiento y muerte. Sus palabras fueron las primeras escritas sobre esta tierra con encinas.
Alguien más había pensado en quedarse allí.
Todavía no sé quién fue, es.
Ayer le dejé una ramita de encina con dos bellotas chicas.
Mañana no sé si seguirá.
Al final vi nubes.