El pintor sevillano Luis López-Herrera Sánchez nos muestra en la sala La Fundición un ejemplo de su obra en una agrupación de cuadros que ha dado en llamar Mundocomic. Su obra, realizada en su mayor parte en acrílico sobre tela, recoge lo mejor del espíritu del cómic para recrear aquellos maravillosos años de la infancia en los que el mundo giraba en torno a los tebeos. Tras Gastrocomic, su anterior exposición, López-Herrera nos trae ahora desde superhéroes hasta el lejano oeste, desde la rutina de una calle en Nueva York hasta el desafío de una langosta a su cocinero.