A veces uno pasea por la calle y entra en una tienda de ropa y piensa «qué raro» al ver que los pantalones están sobre una tarima que recuerda a un escenario. Otras veces uno pasa delante de un restaurante en el que las mesas están colocadas también alrededor de lo que podría ser un escenario. En otras ocasiones vemos butacas antiguas de teatro en uno u otro local no relacionado con el teatro.
En Madrid tenemos teatros convertidos en tiendas de ropa, o en restaurantes, o en discotecas, teatros que han sido derribados, teatros que regalaron o revendieron sus butacas, sus focos, su fondo de vestuario acumulado a lo largo de tardes y noches de espectáculo.
Algunos teatros han ido cerrando y lo siguen haciendo, pero afortunadamente otros espacios nuevos abren. Una mañana con dolor de cabeza, de esas en que enciendo el ordenador para leer malas noticias culturales en las redes sociales, me imaginé esta conversación entre un abuelo y un nieto (permítaseme darle la forma de obra breve sin título):
Escena en Madrid, año 2027.
Personajes: ABUELO, NIETO.
ABUELO: Mira, niño, aquí hubo un teatro.
NIETO: ¿Qué es un teatro, abuelo?
ABUELO: …
NIETO: …
ABUELO: ¿Quieres una mirinda?
NIETO: …
Salen.
Ahora mismo, si a la pregunta «¿qué quieres beber?» uno responde «una mirinda», se produce un desfase temporal en ocasiones utilizado en teatro y literatura, un anacronismo. Nuestros mayores aún recuerdan lo que era una mirinda, y tendremos que luchar para que en esta obra tan breve no haya dos anacronismos dentro de pocos años. Mi abuelo me contó cómo en la década de los 40 cazaba culebras y las freía en la sartén, o cómo se preparaba cigarrillos de orégano. Luchemos para no tener que decirle a nuestros nietos algo de este estilo: «yo cuando era joven una vez fui al teatro…»
De los nuevos teatros ya nos hemos ido o nos iremos ocupando en El Gallinero, pero también vamos a hablar un poco de los que cierran. ¿Por qué cerraron y cuándo? ¿Qué programaban? ¿A dónde fueron a parar sus focos, butacas…? Si es que sigue existiendo el local, ¿qué actividad se desarrolla ahora allí? Y más que una investigación en hemerotecas, preguntaremos a los vecinos, a los porteros de la zona, a los actores que allí actuaron, a algún espectador que viera allí algo… todo eso es más divertido que mirar periódicos viejos.
Poco a poco compondremos un pequeño inventario de salas, bajo el título «Aquí hubo un teatro». Y para abrir boca, esta foto de un teatro que cerró y del que hablaremos (se regalará una entrada usada y con solera al primero que acierte de qué teatro se trataba):
nico guau