Solo por abismarse en las geometrías habitables de Howard Hodking o encararse al fiero reatratista, espejo cruel (y acaso por eso tan piadoso) de Lucien Freud, por no hablar de los juegos de Peter Blake o a un extrañamente amable (dentro de un orden) Francis Bacon (homenajeando, a su manera, a Vincent Van Gogh), ya vale la pena escalar las rampas de parque de Montjuic que llevan a la acogedora Fundación Miró. Allí se expande Let us face the future. Art Britànic 1945-1968, así titulada, mitad en inglés y mitad en catalán, para la políglota y provinciana Barcelona. Por cierto, Encaremos el futuro fue el banderín de enganche de la triunfal campaña del Partido Laborista en 1945.