L. Mitrofanov (1953): Concurso URSS
Las blancas juegan y ganan
La existencia del mate como factor desestabilizador es sin duda el elemento clave –y un descubrimiento genial ¿a cuenta de Sissa? – que marca la diferencia entre el Ajedrez y los demás juegos de tablero, como por ejemplo las damas.
En efecto, el mate es un elemento puramente cualitativo –¡antimaterialista!, se podría incluso decir– que da al traste con cualquier cálculo cicatero y mezquino ligado al material, EL arquetipo cuantitativo por excelencia –sagrado, dicho sea de paso, para demasiados ajedrecistas– el cual incide, en teoría, y hasta cierto punto, en toda maniobra realizada frente al tablero…
De hecho, lo hemos repetido en numerosas ocasiones, la belleza del Noble Juego procede precisamente de este brutal antagonismo entre lo cuantitativo y lo cualitativo: a lo largo de siglos de práctica,¡cuántas cascadas de brillantes entregas se han visto coronadas por un soberbio mate, para nuestro gran regocijo!
En el final que le ofrecemos hoy, obra del ilustre compositor ruso Leopold A. Mitrofanov (1932-1992), habrá adivinado, estimado lector, que las blancas –¡con torre de menos!– no tienen más remedio que buscar un método expeditivo, donde prima la amenaza de mate, antes de que su rival pueda imponer su gran ventaja material.
Con esta valiosa observación y la ayuda del título de esta crónica, dispone ahora de 15 minutos para hallar el agudo camino que conduce a la victoria blanca.
Solución de “Cortocitcuito”:
El problema de E.O.Martin se soluciona fácilmente cuando se conoce el tema Nowotny: así se denomina el sacrificio de una pieza blanca en la casilla de intersección de dos piezas negras distintas, el cual crea un cortocircuito en las filas enemigas.
1.Tb7! ¡La casilla de intersección es aquí b7!
Ahora tanto 1…Rd1/1…Ab7: 2.Db1# como 1…Rf1/1…Tb7: 2.Dh1# conducen al mate en 2,.
Y lo mismo sucede después de 1…Td8 2.Dh1# o 1…Te8 2.Tb1 mate.
René Mayer (remay47@yahoo.es)
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