MILIMARIC – PEDRAG (Sisak, 1970)
Las negras juegan
A pesar del rigor científico que parece caracterizar el Noble Juego, más aún desde el surgimiento de la computación en los años 70 y de potentes programas en los decenios subsiguientes, no se puede negar que el factor suerte aún desempeña un papel fundamental en el desenlace de numerosas partidas.
En teoría, la suerte no debería existir en ajedrez, campo en el que cualquier jugada implica consecuencias “lógicas” que se pueden predecir y calcular. Pero en la práctica, las cosas difieren bastante…
En efecto, el juego-ciencia lo protagonizan seres humanos falibles que cometen errores debido al cansancio, la impresionabilidad o la falta de tiempo, o a circunstancias especiales como la aparición de una preparación de laboratorio en el tablero.Existe, además, otra razón fundamental: algunas posiciones presentan de por sí trampas naturales que no son obra de nuestro rival, y en las que es muy fácil caer. Prueba de ello es el diagrama que le ofrecemos hoy.
Sin profundizar – o quizás sin desconfiar -, Pedrag optó por jugar inmediatamente 1…b1=D? – que parece excelente porque ataca la indefensa Tg6 – en vez de dar primero el jaque preventivo 1…Ta5+!
Atento lector de ARTE64, ¿puede usted calcular con precisión las nefastas consecuencias de esta jugada precipitada? Tiempo sugerido: 8 minutos.
Solución de “Problema doble”:
- a) La solución de la posición del diagrama pasa por:
1.Tf4! jugada que crea una red de mate
1…Rg3:
La alternativa 1…Rh1: conduce al mismo resultado tras 2.Rf2 Rh2 3.Th4#
2.O-O!
La posibilidad del enroque, totalmente legal, siempre sorprende cuando aparece en un problema de mate.
2…Rh3 3.T1f3#
- b) Con la Tf1 en f4, la línea matadora es:
1.Re2! Rg3: 2.Thh4 Rg2 3.Tfg4#
René Mayer (remay47@yahoo.es)
Twitter: remay @remay99353001
