M. Reiner – W. Steinitz: Viena, 1860
Las negras juegan y ganan
Es raro que, hoy en día, una partida concluya en mate porque la gran mayoría de los jugadores no esperan a que este fatal desenlace –algo indignante y vejatorio, hay que reconocerlo– se materialice en el tablero y prefieren abandonar mucho antes.
Este no era el caso cuando M. Reiner y el gran Wilhem Steinitz disputaron esta partida en Viena, hace ahora más de siglo: en efecto, en aquel entonces, la llamada Escuela Romántica propiciaba ataques furibundos con espectaculares entregas, que solían terminar en mate.
La posición del diagrama, correspondiente a dicho encuentro, apareció tras las jugadas:
1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.d4 ed4: 4.Ac4 Ac5 5.0-0?! (5.c3! es lo indicado) 5…d6 6.c3 Ag4 7.Db3 Af3:! 8.Af7:+ Rf8 9.Ag8: Tg8: 10.gf3: g5! 11.De6 Ce5 12.Df5+ Rg7 13.Rh1 Rh8 14.Tg1.
En este preciso momento, el campeón vienés logró culminar su ataque en tan sólo 5 jugadas, con un mate soberbio que recibe el nombre de mate árabe. ¿Las encontrará usted en menos de 5 minutos?
Solución de “Problema Centenario (2)”:
En la posición inicial, existían dos líneas de mates “normalitos”, es decir sosos y previsibles, a saber:
A) 1.Te3 Rg2 2.Tf3: Rh2 33.Tg3 Rh1 4.g7 Rh2 5.Th6#.
B) 1.Tfe6 Rg2 2.g7 Rf2 3.T6e3 Rg2 4.g8=D+ Rh2 5.Dg3#.
Sabiendo que la solución de los problemas compuestos se valen siempre de jugadas ingeniosas, podemos concluir que existe un mate más corto y deslumbrante, en 4 jugadas, que se produce así:
1.Td6! Rg2 (si 1…Re1: 2.Rf3:)
2.Td2+ f2
3.Rg4 Rh2
4.Tf2: mate.
Es indiscutible la mejora lograda con respecto a las líneas mencionadas en A) y B).
René Mayer (remay47@yahoo.es)
Twitter: remay@remay99353001