E. Svartling “Schackspelaren” (1934)
Las blancas juegan y dan mate en 2 jugadas
Aunque no exista aún un informe detallado sobre las características psicológicas comunes a la amplia legión de practicantes del noble juego – sean éstos jugadores de torneos o compositores -, se puede suponer sin temor a equivocarse que los ajedrecistas se singularizan por la presencia generalizada y natural vitalidad de su propensión al sadismo.
Si no, ¿cómo se puede entender que un jugador de torneo se pase horas ante un tablero, buscando la forma sibilina de conseguir la cabeza del Rey enemigo? ¿Cómo puede explicarse que un compositor se estruje el cerebro durante días – ¡o semanas! – para crear problemas de mate en los que el Rey negro – muy a menudo, abandonado por sus tropas – tiene que enfrentarse solo a todo un ejercito blanco, el cual intenta “matarlo” en pocas jugadas? Eso sí, se debe por lo menos reconocer que se trata de un sadismo silente y domesticado…, ¡casi pacífico!
Tras este breve apunte de corte psicológico, le vamos a pedir, amable solucionista, que active sus tendencias sádicas para lograr la piel del fugitivo real de e6, en un máximo de 10 minutos. Debería ser suficiente para cualquier jugador que ostente el título de C.T. (Carnicero del Tablero).
Solución de “Victoria milimétrica”:
He aquí la maniobra ganadora, tan precisa como forzada:
1.Ch5+ Rh8
La clave reside en que 1…Rh7:? es imposible por el jaque doble 2.Cf6+
2.Rh6
Mejor que 2.Rg6? que conduce al ahogo tras 2…Ae4 3.Cg3 Af5:+
2…Ae4
Tampoco sirve 2…Af7 por 3.Cf4 Ae8 4.f6 Ah5 5.Cd3
3.f6 Ah7:
Al mate conduce la línea 3…Ag6 4.Cf4! Ah7: 5.f7 Ag8 6.Cg6#
4.f7 Ag8 5.f8=A! Ac4 6.Cf6 — 7.Ag7 mate
Un final mínimo muy interesante.
René Mayer (remay47@yahoo.es)
Twitter: remay@remay99353001