—¿Para quién escribes, quién te lee?
Dijo inocentemente mi esposa mientras yo intentaba por enésima vez conectarme a internet. Mi imaginación comenzó a expandirse desde la pantalla del ordenador a esa dimensión que llamamos ciberespacio, y me aterrorizó descubrir, quizás por vanidad, que mancho cuartillas en blanco con “tinta” digital y luego las envío, hacia la nada. ¿Hay algo más parecido a la desolación del náufrago, y la esperanza que se inventa cuando lanza el socorrido mensaje en la botella?
La respuesta llegó desde Facebook; un desconocido, al cual le había llegado el link de la publicación por esos azares de las redes sociales me preguntaba: ¿Y luego qué pasó con Arturo Pomar, está vivo aún, por qué no se habla nada de él?
Supe entonces que las semanas en que no pude sentarme a escribir o acceder a Internet me había alejado del compromiso que asumí con este blog, no solo para mi pesar, sino que además otros, muchos o pocos, que habían recibido la primera “botella”, esperaban el resto del mensaje. Al menos uno, con impaciencia. También me sucedió que un amigo amante del ajedrez al que le envío, a petición suya, estos trabajos antes de ser publicados, me comentó que agradecía la compilación de información y la síntesis con que lograba tratar los temas, pero que en realidad no encontraba nada que no estuviera en otros sitios de Internet. El punto final lo puso nuestro mentor y amigo, al que solo nombraré como Juan: -“ Salva, ¿Cómo han influido en ti esos jugadores, qué te han aportado? Eso es lo que queremos”.
Comienza la nueva temporada.
Al frío de la ya muy oscura tarde sale el empleado de correos; debe apresurarse para que no le cierren la librería, donde comprará lo que será su único compañero de viaje y de lucha en los próximos días. Un libro de ajedrez de solo quince pesetas.
Quizás le sirva al menos de amuleto.
Siempre le dicen que no estudia demasiado. Él sonríe y calla. No ha tenido tiempo para prepararse. No ha podido contratar a un ayudante , mucho menos a un entrenador. No ha
Recibido apoyo de autoridad alguna. Por suerte, un compañero funcionario le sustituirá en su ausencia, si no, no podría hacer este importante viaje. Ha soñado con esto mucho tiempo, ha luchado por estar ahí. Y está, sigue en la brecha, en el camino hacia lo más grande. Este es un paso duro, sabe que sus contrincantes se han preparado a conciencia, sabe que son muy fuertes jugadores, de los mejores del mundo.
Que van con sus entrenadores, con sus equipos y que algunos tienen países enteros, potencias enteras detrás. Él va solo, casi nadie lo sabe. Salvo su familia y algunos amigos. El gobierno de su país no se ha querido dar por enterado aunque representará a su bandera. Pero no importa. Él ha hecho lo que le corresponde como hombre de bien, trabajar para mantener a su familia, que es lo primero, y ahora que toca batallar va. Solo, con su libro de quince pesetas, con su talento.
Es Arturo Pomar Salamanca y muy pronto partirá hacia Estocolmo para participar en el Torneo Interzonal de 1962, evento para el que solo se clasifican unos pocos cada año. De aquí saldrán los mejores ubicados al final del torneo para los matches de candidatos.
Es una lucha en la que sólo quedará uno para enfrentarse al campeón del mundo de Ajedrez, con el título en juego.
Desde el 23 de enero y hasta el 6 de marzo compite. Juega veintidós rondas, derrota a siete contrincantes incluidos E. Gueller y D. Yanofsky. Hace tablas con Robert Fischer (ganador del torneo), L. Portisch, P. Benko, S. Gligoric y L. Stein entre otros. Pierde solo cinco partidas, tres de ellas en las últimas seis rondas (ya estaba muy agotado) y de estas, una con T. Petrosian (que al otro año se convertirá en campeón del mundo) y V. Korchnoi (quién más tarde retó al campeón A. Kárpov). Queda en el onceavo puesto de veintitrés participantes, logra doce puntos. Sin preparación, sin entrenador, sin equipo, sin su país detrás. Sólo con su libro de quince pesetas.
Me duele que no haya podido explotar todo su talento, quizás tan grande como el del propio Fischer. Me duele que sean ciertas las palabras que, dicen, le profirió “Bobby” después de aquella memorable partida que no pudo ganarla, aún con ventaja de Alfil y dos peones contra caballo y peón: “Pobre cartero, tanto talento y volverá a su país a pegar sellos”.
Me duele que a pesar de todos sus éxitos anteriores y posteriores no tenga presencia y reconocimiento en España y en todo el mundo del ajedrez como uno de los grandes. Me duele no poder contestar al amigo que me preguntó por su destino. La última noticia de hace ya varios años, es que estaba muy enfermo de la mente. Parece que aún vive, pues no he podido encontrar noticia que confirme lo contrario.
Yo lo descubrí vivo y lúcido en sus libros. Búsquenlos y aprenderán. No tengan fe ciega en los cuarenta y tres preceptos que comparte con nosotros para que juguemos bien al ajedrez, pero no los dejen de tener en cuenta.
Disfruten descubriendo ideas para enfrentar los finales de partida.
Háganse jugadores difíciles de vencer siguiendo los consejos y métodos de ese enorme ajedrecista, el primer Gran Maestro español Arturo Pomar Salamanca.
Fischer vs Pomar Salamanca
Stockholm 1962. Sicilian.
Nimzovitch- Rubinstein variation (B29) ½ ½
1. e4 c5 2. Cf3 Cf6!
3. Cc3 d5 4. Ab5+Ad7
5. e5 d4! 6. exf6 dxc3
7. fxg7 cxd2+ 8. Dxd2 Axg7
9. Dg5 Af6 10. Axd7+ Cxd7
11. Dh5 Da5 + 12. Cd2 Da6
13. Ce4 0-0-0 14. De2 De6
15. Cxf6 Dxe2+ 16. Rxe2 Cf6
17. Ae3 b6 18. Ta1 TxT
19. TxT Td8 20. TxT RxTd8
21. Rf3 Rd7 22. Rf4 Cg8
23. c4 f6 24. Re4 e6
25. Ad2 Ce7 26. Ac3 Cg8
27. g4 Re7 28. f4 h6
29. f5 exf5+ 30. gxf5 gxf5
31. Ad2 Rd7 32. a4 Ce7
33. Ac3 Cg8 34. Rf4 Re7
35. b4! Cxb4 36. Axb4+ Rd7
37. Af8 Re8 38. Ad6 Rd7
39. c5 bxc5 40. Axc5 a6
41. Re4 Rc6 42. Af8 Rd7
43. h3 Re8 44. Ac5 Rd7
45. Ad4 Rd6 46. Ab2 Rc6
47. Ac3 Rd6 48. Ab4+ Rd7
49. a5 Ch6 50. Ac3 Cg8
51. Ab4 Ch6 52. Ac3 Cg8
53. Rd5 Ce7+ 54. Rc5!? Cxf5
55. Axf6 Re6! 56. Ag5 Cd6
57. Rb6 Rd5 58. Rxa6 Rc6
59. Ad2 Ce4 60. Ab4 Cf6!
61. Ra7 Cd7! 62. a6 Rc7
63. Aa5+ Rc6 64. Ae1 Cc5
65. Af2 Cd7 66. Ah4 Cc5
67. Ae7 Cd7 68. Aa3 Rc7
69. Ab2 Rc6 70. Ad4 Rc7
71. Ag7 Rc6 72. Aa1 Cc5
73. Ad4 Cd7 74. Ae3 Rc7
75. Af4+ Rc6 76. Ra8 Rb6
77. a7 Rc6 Tablas
Salvador Palomino