Esta noche reproduzco un fragmento del libro titulado La Brújula Interior de Álex Rovira, una lectura que recomiendo encarecidamente para quienes deseen recibir algunos consejos interesantes a la hora de afrontar momentos de cambios en su vida. Según Rovira, así reza este dicho popular:
‘Reírse es arriesgarse a parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Alargar el brazo para coger a otro es arriesgarse a implicarse.
Mostrar los sentimientos propios es arriesgarse a mostrarse a uno mismo.
Exponer tus ideas o sueños ante una multitud es arriesgarse a perderlos.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Tener esperanzas es arriesgarse a perderlas.
Pero se tienen que correr riesgos.
Porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada.
Si no haces nada, si no arriesgas nada, tu existencia se oscurece.
Es probable que de este modo evites sufrimientos, pero no vas a aprender, a sentir, a cambiar, a amar ni a vivir.
Encadenado a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo…
Y pierde su libertad.
Sólo eres libre si te arriesgas’.