Gib Mihăescu (1894-1935) estudió Derecho en la Universidad de Bucarest. Durante la Primera Guerra Mundial, combatió en la cruenta batalla de Mărăşeşti, decisiva para el Ejército rumano, y fue condecorado por sus actos de valor. Finalizada la guerra, se dedicó al periodismo. También ejerció la abogacía y en la última etapa de su vida vivió recluido en su domicilio a causa de la tuberculosis, aunque no dejó de escribir. Debutó en la literatura el año 1919 con una novela corta publicada en una revista literaria. Escribió novela, relato breve y teatro y está considerado uno de los grandes clásicos de la literatura rumana de entreguerras, en especial, en lo tocante a la literatura psicológica y erótica, temas de los que fue un precursor en su país.