Esto va de balones de oros, de pelotas, jugar con ellas o tocarlas.
Se ha montado un medio pollo en España, por lo que he leído, porque el Balón de Oro, algo así como el Nobel pero tocando las pelotas, se lo hayan dado a Messi en lugar de alguno de los otros jugadores españoles (o del Barça, según se vea desde una Comunidad Autónoma u otra). A mí me da igual porque todos, los tres, Messi, Iniesta y Xavi, se han formado en la escuela del Barça. Así que, por mí, futbolísticamente hablando los tres son españoles, o catalanes, o del Barça, aunque uno haya nacido en Argentina.
En este sentido el Barça hace un trabajo como pocos equipos españoles y da gusto ver que la mayoría de sus jugadores son españoles y de su escuela de formación. En todo caso, ¿qué más da dónde hayan nacido?
En Burkina Faso el Barça es el equipo más querido y con más seguidores, clubs de fans incluidos. Aunque ahora que Eto’o se ha ido al Inter se están produciendo deserciones. Ni siquiera lo del nombre de Messi, que algunos asocian a los ‘mossi’ (etnia mayoritaria), por aquello de arrimar el ascua a su sardina, está parando el goteo.
Hace un año, Joan Laporta, su anterior presidente, vino a inaugurar una escuela de fútbol financiada por la Fundación Barça.
Noticia recordatoria de la inauguración de la escuela por Laporta. El colectivo español (y catalán) estábamos indignados porque el Cónsul Honorario español en Burkina (es libanés y no habla mucho español) no nos hubiera avisado, ¿quién no se apunta a un cóctel? porque seguro que hubo cóctel, su cava y sus butifarras para picar…
Pero a lo que íbamos, que le han dado o prestado el Balón de Oro, ¿será una forma de hablar?, ¿será de verdad de oro o será de material?, a Leo Messi. Por mí bien pero ha salido mucha gente en España piando cual Sotas de Bastos repartiendo mamporros dialécticos y poco menos que hablando de la pérfida albión, o la pérfida FIFA.
Lo único es que es verdad que ya se lo dieron el año pasado y como es indudable que es el mejor puede acabar convirtiéndose en el mayor propietario de oro, si es que es verdad que es de oro, que para mí que es chapado, porque en esto del deporte, en cuanto empiezas a rascar, hay mucho pufo.
Por eso me hubiera parecido más lógico que se lo hubieran dado a cualquiera de los otros dos, por aquello de repartir la riqueza. Es como si todos los años los premios se los dieran a Dios, aunque no baje a recogerlos o excuse su presencia a través de un representante, Papa, Gran Imán, Ayatollah, etc, que acuda a recoger los premios. Yo, que ellos, empezaba a reclamarlos y se juntan con una pasta en oros y oropeles, y así nos evitan estos piques entre los jugadores (éstos parece que se llevan muy bien entre ellos) y entre las sotas airadas de los diferentes países, y además evitaban que los Estados deban sufragar sus dispendios y actividades.
Es una idea, nada más. Por si alguien con poder o creencias, y mi misma cortedad de miras, lee estas tonterías.
Los árbitros aquí son muy quisquillosos, vamos que las faltas se sacan donde se han cometido, no 20 cms más adelante. Quizás por eso la policía lleva esos escudos de protección por si acaso, aunque con el púbico que suele haber… como no se tiren cosas entre ellos. Supongo que serán donaciones de los polis del primer mundo…
También me ha molestado que el premio al mejor entrenador se lo hayan llevado alguien tan grosero y desagradable como el tal Mourinho frente a un tipo tan majete y cordial como el seleccionador español, Vicente del Bosque, que ha ganado un Campeonato del Mundo sin hacer ruido, sólo jugando al fútbol de maravilla.
Además Mourinho perdió la SuperCopa de Europa este mismo año frente al equipo español más especial, mi Atleti, después del Cádiz FC.
Mis ‘reinas’ en la sede social del equipo, después de la derrota. No pierden la sonrisa, una foto es una foto.
Aquí el fútbol, ya lo he contado, es pasión. Yo, ahora, me he hecho seguidor del equipo femenino de mi pueblo, ‘Las Reinas de Yatenga’.
Juegan en la Liga Nacional femenina y viajan por todo el país, normalmente viajes de ida y vuelta en el día, aunque esté lejos. Y si tienen que dormir será en las instalaciones del campo, o en un albergue municipal en sus ‘napes’, en el suelo. El presupuesto no da para hoteles, ni nada por el estilo.
El primer partido que fui a verlas les di mal fario (puede que, de verdad, esté embrujado) y perdieron en casa 0-1, pero al fin de semana siguiente en Bobo-Dioulasso ganaron a domicilio 0-4. Y mi amiga Yvonne marcó 2 goles. Juegan también otras dos amigas, Sadia y Nafiratou, sobrinas de una antigua copine.
Mañana juegan en la capital y voy a ir a verlas, cruzo los dedos.
Se puede comprobar que los estadios se llenan menos que en España, por más que sea el deporte rey, es que no debe ir ni la familia de los jugadores, porque aquí las familias son grandes y ya taparían algo el cemento…
Pero es difícil ser seguidor y entusiasta de un club, no sólo porque juegan bastante regular, incluso los de la Liga Nacional masculina, es que además todos los equipos tienen unos nombres absurdos.
Con esta obsesión, heredada de los franceses, por los acrónimos es muy difícil decir que eres fan del USO o del ASF-Y, o del EFO, del RCB…
Porque no es decir ‘uso’, hay que decir ‘iu es o’ o algo así, como si deletrearas el palabro…
¿os imagináis? ¡¡¡Ala bin, ala ban, ala bin bon ban, ‘iu es o’, ‘iu es o’, y nadie más…!!! ¿o se dirá ‘et rien va plus…’, como en los casinos?
Con esos nombres es difícil acabar sintiendo los colores, lo que sí se siente, y mucho, son los calores
Vamos que es difícil cantar y animar a equipos con esos nombrecitos y no me extraña que prefieran al Barça o al Inter, amén de su juego.
Pero yo seguiré, como un Manolo el del Bombo adaptado (con la panza que tengo ya me vale), a mis ‘Reinas de Yatenga’, que parecen princesas. Y lo son. Encantadoras.
Voy a ver si les consigo de España balones. Y voy a financiarles una equipación, camisetas, pantalones, a botas no creo que llegue, con el logo de mi biblioteca (¿alguien se apunta con los balones? ¿Juan?).
PS.- Me cuenta mi amigo Ricardo Bada que el Colonia alemán acaba de fichar a un jugador burkinés, Sanou, con el que confían evitar el descenso a 2ª. Suerte.
GALERÍA DE RETRATOS DE JAVIER NAVAS