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Beto Casella: «La cultura se debe ganar y después se debe regalar a los demás»


Foto: Beto Casella

 

Periodista, presentador y productor argentino. Padre de Juan Pablo y Franco. Hijo de la austeridad, del gusto por lo sencillo. Del diálogo en el barrio. Del tiempo en familia y entre amigos. Nació hace sesenta años en Haedo, Buenos Aires. No ha olvidado nunca sus orígenes, su tierra, sus costumbres. Se enorgullece de su lugar en el mundo. Ese mundo que le dio unos padres que nunca olvida.                            

Recordar a tus padres siempre te emociona, ¿Qué valores te dejaron para la vida? 

Mis padres vinieron a la Argentina desde Italia, escapando a la hambruna y la miseria de una Calabria que, tras la guerra,  estaba desolada y sin trabajo casi para nadie. Tengo marcado a fuego el esfuerzo que hicieron, por años, para progresar. Fueron años de muchísima privación, de absoluta austeridad, que coincidieron con los de mi niñez. Sin embargo, tengo muy vívido que en aquellos tiempos de escasez, también disfrutaban de una reunión de veinte parientes a la mesa, comiendo pasta, escuchando sus tarantelas y jugando a los naipes. Entonces, diría que lo más importante que me transmitieron fue poder arreglarme con poco. Nunca necesité demasiado para sentirme pleno.

Acerca de las lecturas y acerca de la depresión de la prosperidad.

¿Qué lecturas te marcaron a lo largo de tu vida?

Diría que me marcó la lectura. Que más tarde supongo que me permitió ser un aceptable redactor en mis tiempos de gráfica. Durante años leí cada novela de autores argentinos que aparecía. Leí desde Geno Díaz hasta Osvaldo Soriano. Desde Enrique Medina hasta Jorge Asís. Supongo que tanto “leer argentino” me ayudaría más tarde para mi trabajo en radio. Sólo lo supongo. Ahora leo mucho texto en internet y menos papel. Y terminé de escribir (justo antes de la pandemia) “La felicidad está en el conurbano”, un ensayo en el que, entre otras cosas, abordo lo que yo llamo “la depresión de la prosperidad”.

¿Sos una persona realizada? ¿Qué es la felicidad? 

¡Es justo lo que intento descifrar en este libro! De lo que estoy seguro es que hay pocas frases más estúpidas que esa que dice “La felicidad son momentos”. Creo que la felicidad es cada vez necesitar menos. Y que es permanente en el tiempo, independientemente de la alegría y la tristeza, que pueden variar de la mañana a la tarde.

La vida son tres días y ya pasaron dos, como siempre decís. ¿Nos cuesta disfrutar con poco? 

Nos cuesta enormemente eso, creo. Y creo que, en gran parte, el sistema capitalista nos propone furiosa y cotidianamente que la felicidad está asociada al “éxito”. Y que ese éxito se basa en conseguir mucho dinero, bienes materiales, logros profesionales, o puntos de audiencia si te dedicás a los medios, como yo. Hay una zanahoria de “felicidad hollywoodense” según la cual tenemos que repetir esas historia de películas, en las que suena una musiquita de fondo y todos ríen para siempre.  Como cierta especie de felicidad fastuosa. Y después, creo, hay una “felicidad chiquita”, menos pretenciosa, que sólo necesita una comida con amigos, que te salgan bien dos o tres tonos nuevos en la guitarra o tener mucho tiempo para gastar sin hacer nada. Yo creo más en la segunda.

Vivir lo que toca día a día.

Hablás últimamente de un pronto retiro de la televisión argentina, ¿Cómo proyectas tu vida luego? 

Sinceramente, no proyecto más allá del próximo fin de semana. Siempre fue así y no creo que cambie justo ahora. ¡Suelo dejarle todo mi destino a mi eterna buena suerte! Me tienta, como a muchos, un retiro en algún lugar apacible, lejos de todo, plan que sé perfectamente que no voy a cumplir.

Animal de radio y televisión.

¿Que cuenta pendiente considerás que tiene el periodismo argentino y el periodismo en general? 

Como profesión, creo que el periodismo argentino debería colegiarse, como ocurrió con la Locución. De esa manera nos evitaríamos que cualquier iletrado oportunista que salió de algún reality show esté, al poco tiempo, conduciendo un noticiero. En lo coyuntural, nuestro periodismo (sobre todo el político) cayó fatalmente en la grieta de peronismo-antiperonismo, que hace que la mayoría de los comunicadores sea poco objetivo y seleccione las noticias para un público que le reclama justamente eso. Hay. Como dijo mi colega Miguel Wiñazki, una “noticia deseada”. Ir detrás de la noticia deseada de los que te siguen es perder la objetividad para siempre. Como dijo Camilo Cela, “el periodismo debe ser tan objetivo como un espejo plano”.

¿Cómo descansa Beto Casella? 

¡En realidad hoy mi vida es puro descanso con interrupciones laborales! ¡De verdad! Le doy mucha importancia al ocio y ya hace años que renuncié a reuniones de producción, almuerzos de trabajo o cuestiones vinculadas al trabajo que me quiten un solo minuto de mi ocio tan preciado. ¡Soy todo lo contrario a un workaholic!

¿Algo pendiente por realizar? 

Por un lado nada. ¡Por otro lado tanto! En lo profesional seguramente realizar una película. Al menos escribirla. Ya charlamos algunas cosas con mi amigo Raul Perrone, fabuloso director. En lo personal me gustaría ser abuelo. Estoy esperando a que uno de mis dos hijos me traiga alguna noticia al respecto. Fuera de eso, solo esperar lo que te va enviando el universo.

De pandemias y nuevas realidades

¿Qué te preocupa? 

En este momento, no sólo la cadena de contagios y muertes por el Covid, sino el lado B de todo esto, que no aparece tanto en las estadísticas y que es tantísima gente que no sabe cómo arreglárselas económicamente, o mucha otra gente que debe estar padeciendo serios problemas de salud y que postergan la visita a un especialista o a una guardia, porque la prioridad la tiene el coronavirus, como se sabe. Yo me pregunto: ¿Cuántos cánceres de colon se habrán producido porque alguien que tenía una orden de su gastroenterólogo lo dejó para más adelante? ¿Cuántos ACVs se habrán producido en personas que con un dolor de cabeza fuerte tampoco se animaron a ir a una consulta a tiempo? Probablemente no lo sepamos nunca.

Desde 2006 conduce uno de los mayores éxitos de la televisión argentina, Bendita.

Bendita es un programa emblema de la televisión argentina. ¿Qué es lo que más te gusta de este éxito?

La previsibilidad. El no tener que rendir el examen del rating diario, que suele ser de un estrés terrible. Cuando tenés un programa instalado, no te enterás ni cuanto mediste, porque ya no es tema. ¡La pelea diaria por el rating te puede envejecer prematuramente!

Educar para la vida. La enseñanza de la calle.

¿Qué reflexión te merece la educación tradicional? ¿La calle enseña más? 

Creo que fue Walt Whitman quien dijo “Interrumpí mi educación para ir a la escuela”.  De la educación tradicional sólo puedo decir que es tan pobre… que actualmente  mantiene casi la misma currícula y contenidos que cuando yo iba a la escuela, con el agregado de Google. Lo cual es francamente decepcionante. La escuela te llena de instrucción, pero de educar para la vida, cero. Es verdad que la calle enseña. ¡Pero ojo que hay una calle buena y una calle mala! Depende cuál elijas. O cuál te toque en la vida.

¿Qué lugar ocupa la música en tu vida y de dónde viene el fanatismo por Los Beatles? 

Creo que estoy el día entero escuchando música. De hecho, mis programas de radio  tienen música de fondo las cuatro horas. Hay que musicalizarse la vida según el momento. Mi amor por los Beatles es natural. ¿Hay forma de no amar a los Beatles?

 ¿Qué significa tener cultura? 

Si nos referimos a cultura personal, a mí me parece que alguien culto es quien adquiere la sabiduría de emplear bien toda la información que recibió, sea en forma de lecturas, charlas, viajes o profesión. Por supuesto que no considero culto a alguien excesivamente instruído. Y me parece que alguien culto tiene una particularidad: sabe compartirlo. La cultura se debe ganar y después se debe regalar a los demás.

¿Algo que quieras desarrollar en particular?

Ahora que estoy viendo las líneas de las preguntas y respuestas, me dije a mí mismo que, en el actual universo donde mandan la imagen, lo expresado oralmente, los videos en cualquiera de sus formas, las plataformas streaming y la locura por la tecnología, un reportaje por escrito para leer es una buena forma de resistencia.

Seguramente hoy también Bautista “Beto” Casella comenzará el día con música. Pensará en sus padres. Disfrutará de sus hijos. Vivirá el periodismo que disfruta hace tanto. Hablará con amigos. Pensará en que la vida son tres días y ya pasaron dos. Será feliz con poco. Será feliz.

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