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Frontera Digitalbla bla bla...RAE

bla bla bla…RAE

La gente protesta contra la RAE y su diccionario, como si fuera intrusiva, insufriblemente autoritaria (“¡no me importa lo que diga!”); yo sin embargo pienso que es más bien tímida. Cómo no decir nada a los hablantes sobre tanta ignorancia, tanto desprecio a la lengua disfrazado de sana evolución. Para cuándo una llamada de atención, un recordar cortésmente,  y dirigiéndose en primer lugar a los medios de comunicación, responsables de gran parte del desastre, ciertas cosas. Por ejemplo, que de vez en cuando la RAE dijera amablemente:

-Oigan, eso del coeficiente intelectual no existe, además es un absurdo, no lo digan, lo que sí existe es el cociente intelectual.

-Oigan, aunque les parezca mentira existen los verbos causar, originar, producir, hacer, suceder, empezar, no sólo el omnipresente “provocar», hasta el ridículo a veces. “El tsunami se provocó (¿a sí mismo?)  a diez  kilómetros”. “El incendio se provocó (¿entonces fue provocado?) en la octava planta”;  los temporales provocan daños, el turismo provoca aumento de precios. Es imposible dar una idea de la amplitud de la cosa, todo es provocación…Y todo colapsa, ¡ni siquiera “se colapsa”! A la basura hemos echado las cosas que se caen, se vienen abajo, se desploman, son derribadas y se derrumban.

Por eso no quepo en mí de gozo al leer que el puente de Baltimore ¡no colapsó, se derrumbó!, como dijeron a coro. No estoy acostumbrada a estos alegrones.

-Oigan, cuando en una frase se hagan un lío que parece irresoluble, miren a ver si se soluciona poniendo uno de los llamados “relativos” (que, cual, quien, cuyo).

Porque veo frases desoladoras, pronunciadas por periodistas y políticos con estudios: “Los Ángeles, cuya mayoría de la población es latina”; “…cuatro proyectos […] de los que dos de ellos están ejecutados”, o “…cuya mitad de los ingresos procedía de las arcas del Estado”.

En fin, querida RAE, ¿es que esto no pide a gritos algunos recordatorios por vuestra parte? ¿Qué se hace cuando no se sabe o se decide no utilizar los relativos, tanto en el lenguaje oral como en el escrito? ¿No concierne esto a la Real Academia?

 

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