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Mientras tantoCrónica del XVIII Salón Internacional del Libro Teatral

Crónica del XVIII Salón Internacional del Libro Teatral


 

Eh, tú, lector/a, no me digas que te parece bien que al entrar en el XVIII Salón Internacional del Libro Teatral Conchita Piña te diga desde lejos esto:

 

frase

 

Así empezó mi visita al Salón, con esta frase que un rato después me encontré escrita en una servilleta. Bueno, perdonaremos a Conchita, porque sabemos que no lo dice de mala fe… Pero esto me hizo pensar… ¿Tienen motivos los expositores, las editoriales, los dramaturgos, los actores, etc., para tenerme miedo? Creo no haber herido a nadie en las pasadas crónicas, pero, en fin, me lo haré mirar…

 

Esperpento
Libros de Esperpento Ediciones Teatrales

 

El Salón está organizado, como cada año, por la Asociación de Autores y Autoras de Teatro. Afortunadamente, este año no se ha celebrado en la nave más fría y lejana del Matadero, sino en el Teatro Valle Inclán, lo que parece ser que ha hecho aumentar considerablemente el número de visitantes y el volumen de ventas de libros. Y es que mucha gente salía con bolsas llenas de libros, y con libros en las manos… A algunos no les cabían en las manos tantos libros como habían comprado. Era impresionante.

 

Presentación libro
Presentación de
La tempestad, con César Barló,
la editora de Ediciones Acto Primero, y Eva Varela Lasheras

 

Además, a distintas horas había dramaturgos firmando libros por los distintos puestos… Por ejemplo, vi firmar a Víctor Sánchez, a César Barló, a Las princesas del Pacífico (José Troncoso y Alicia Rodríguez, entre otros)… Y no solo en los puestos firmaban libros: a algunos lo hacían por las esquinas… Paco Gámez firmó en las gradas, doy fe, porque como soy un curioso integral, miré lo que escribía, sin ser visto (espero)… María Velasco firmó de camino al baño. Nieves Rodríguez Rodríguez firmó en el hall con un vino en la mano… (Es que el domingo por la tarde nos dieron vino y queso, y claro, yo, como hambriento dálmata que soy, agoté las existencias de queso, mientras Nieves firmaba.) Aquello fue un no parar de firmar y firmar libros. Algunos dramaturgos estarán ahora en rehabilitación cuidándose la muñeca.

 

Autora y editora
Una autora, Carolina África, con su editora, Conchita Piña, de Ediciones Antígona
.
Según parece, están haciendo un ‘pataqui’, que aún no he descubierto qué es.

 

El viernes, el primer día del Salón, tuvo lugar el concurso de Teatro Express, en el que los dramaturgos escribían sobre un tema comunicado ese mismo día (‘fronteras’) en distintos lugares del barrio (o cada uno en su casa), y luego entregaban sus textos antes de las 6; al hacerlo recibían una bolsa de libros que probablemente nunca leerán. Tampoco pondría mi mano en el fuego al decir que no los leerán; ni siquiera pondría una pezuña de dálmata, y eso que tengo cuatro. Aparte de la bolsa de libros, hubo un premio para el ganador, consistente en 1.000€. Dicho ganador fue Javier Durán, con la obra Palabras encadenadas que se leyó el domingo para finalizar el Salón. Javier Durán es un majete dramaturgo sevillano algo friolero, pues no se quitó el abrigo en los 3 días de Salón; aunque no era para menos, pues la temperatura del fin de semana fue durilla… También se le hizo entrega de otro montón de libros como premio de consolación a un autor (cuyo nombre no recuerdo ahora mismo) que escribió una obra según dicen muy graciosa sobre las fronteras. Se le notaba muy contento, pero tal vez si le hubieran cambiado el montón de libros por un poco de dinero, hubiera reído más.

 

premiado
En el centro, Javier Durán con su premio y su abrigo

 

En el Salón también hubo mesas redondas y charlas-coloquio sobre muchos temas, y con muchos invitados, además de lecturas dramatizadas de obras breves, presentaciones de libros por parte de editoriales y librerías, el Pitching Teatral, en que la gente contaba sus proyectos en menos de 5 minutos (uno de los más interesantes fue la obra que Gabi Ochoa va a escribir sobre una compañía urugaya que llega a España en 1963 para representar Yerma)…

 

Entre las librerías, tenía un puesto el maravilloso espacio Con Tarima, en el que puedes comprar un libro de teatro (y de muchas otras cosas) a las 11 de la noche…  Está en la calle Príncipe nº 17 y es muy útil cuando vas a llegar a una fiesta de cumpleaños más tarde de las 10 y ya no puedes comprar una botella de vino… ¡Pues llevas libros al cumpleaños, querido lector/a! Además, no tengas miedo de pasar al fondo de la tienda, pues tienen muchísimo fondo de teatro, tanto textos teatrales como teoría…

 

También tenían puesto la Academia de las Artes Escénicas (que regalaba sus revistas y libros), la ADE, la AAT, la RESAD, la Fundación SGAE, el CDT, el CDN y la CNTC (se regala un libro de teatro a quien acierte todas estas siglas en menos de 7 minutos y sin buscar en Internet).

 

Antígona
Conchita Piña ordenando libros en el puesto de Antígona

 

La editorial con más libros a la venta (incluso tenía dos puestos) era Antígona. También estaban las editoriales La Uña Rota, Acto Primero, Irreverentes, Invasoras, Fundamentos, Hiru, Esperpento, CCS… Y algunas argentinas, como Biblos, Colihue, Corregidor y Galerna.

 

jaula
Jaula en el puesto de Editorial Acto Primero.
Parece ser que se trataba de un concurso,
y que el ganador abriría la jaula y liberaría los libros.

 

Y no podemos olvidar el puesto del Teatro Español, que aún conservaba algunos ejemplares a la venta, de hace pocos años, en las buenas épocas en que publicaban aquellos interesantes (a la par que baratos) libros gordos cuadrados. Y, cómo no, la revista Primer Acto, que este año ha cumplido 60 años, tenía su puesto con números de todas sus épocas a la venta.

 

Primer Acto
Uno de los últimos ejemplares de
Primer Acto

 

Y, querido/a lector/a, por ahora no tenemos más que contarte, únicamente una cosa que nos produjo una extraña sensación. Al hojear un libro gordo editado por el CDN llamado Historia y Antología de la Crítica Teatral Española, volumen II, leímos una referencia a nuestro blog:

 

libro

 

Salimos en un libro muy gordo. ¡Madre mía, qué miedo y qué responsabilidad!

 

Bueno, y aquí se acaba la crónica. Conchita Piña, no sé si me leerás, creo no haberte herido… Por eso te he de decir que tu temor era infundado… Y espero que al año que viene en la próxima edición del Salón me digas una frase más adecuada.

 

@nico_guau

 

 

XVIII Salón Internacional del Libro Teatral
del 1 al 3 de diciembre de 2017, en el Teatro Valle Inclán
(Programa completo)

 

servilleta
En esta mesa redonda supimos que a una famosa dramaturga,
su agente en Francia lo primero que hizo fue enseñarle París. 
Ya sabéis, autores, no aceptéis a un agente que no os quiera enseñar París.
Tomad nota, Estíbaliz Latxaga, Rocío Vidal y Conchita Piña.


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