Era una tarde de otoño. En esa calle de Buenos Aires los árboles crecían inclinados. ¿Por qué? Altas casas de departamentos de ambos lados de la acera ocultaban los rayos del sol, y las ramas se tendían oblicuas, como suplicando, hacia el centro de la calzada… buscando la luz. Mable iba a tomar el té a casa de una amiga, elevó su mirada a las copas añosas, vio que los troncos fuertes se inclinaban, se humillaban.
El fototropismo es el fenómeno por el que los vegetales crecen y se orientan respecto al Sol, buscando el Sol. Puede parecer un fenómeno exótico pero todas las plantas lo practican; el nacimiento y crecimiento de cualquier planta se hace buscando la luz, normalmente hacia arriba. Cuando la exposición al Sol es desigual, como en la situación que se explica en el texto, esa ‘humillación’ de los árboles, se dan desviaciones respecto a la vertical.
Un caso particularmente llamativo de fototropismo es el heliotropismo de los girasoles. Se ha dado el caso de árboles que se han caído y luego han vuelto a incorporarse por este efecto.