Los mandalas y los corazones me han hecho dejar a un lado las matrioskas. Estoy encantada con ellos porque permiten jugar con los diseños y con las puntadas. Además, me emociona pensar que mis clientes los llevan en sus bolsos, o que decoran con ellos las puertas de sus habitaciones.
La elección de la tela y los hilos
Comencé hace un mes bordando mandalas sobre tela de color crudo (la que en El Salvador conocemos como tela de manta); no obstante, últimamente prefiero bordarlos sobre tela negra o azul negra, siempre de algodón. Por cierto, verán en las fotos que he usado una tela negra con puntos rosa: los puntos me sirven para diseñar las formas interiores del mandala o del corazón.
En cuanto al tipo de hilo que uso para estos colgantes, me he inclinado por las lanitas acrílicas (conocidas aquí como «sedalinas»). Estas tienen varias ventajas: vienen en colores muy brillantes, son delgadas (aunque su grosor es mayor que el de una hebra de madeja DMC), no destiñen, son durables y, como si esto fuera poco, son muy baratas. Las adquiero en el mercado municipal de mi ciudad, Santa Tecla. También con ellas hago las borlas que decoran cada colgante.
Los diseños
De dos maneras he procedido a la hora de diseñar estos motivos. Para los mandalas, prefiero irlos haciendo sobre la marcha, sin un dibujo previo que me oriente. Me he sentido muy cómoda con este procedimiento. En el momento de bordar, comienzo por el centro y voy añadiendo capas, colores y puntadas a mi gusto.
Para los corazones, en cambio, no me ha resultado tan fácil bordar sin diseño previo. Aquí he preferido investigar en Pinterest cómo otros han bordado corazones para tomar ideas sobre cómo distribuir el espacio de estas figuras. Eso sí, hasta ahora he mantenido los diseños simétricos.
Las puntadas
En estos diseños es posible usar cualquier puntada que conozcamos. A continuación describiré las puntadas usadas en este mandala que hice para decorar la puerta del cuarto de una niña.
En el centro usé puntada de relleno (satin stitch) para el círculo inicial y lo decoré con una línea discontinua de nudos coloniales (colonial knot), todo ello en color verde. La palestrina de brazo largo (palestrina stitch) me sirvió para la siguiente capa del mandala, es decir, para el círculo azul.
A continuación, en color aqua, hice dos filas apiladas de punto de mosca (fly stitch). Me encanta este recurso en los mandalas. Incluso puede imitar una flor de loto simplificada. La siguiente capa combina el punto de margarita (lazy daisy) y el nudo colonial, del que ya hablé arriba.
La línea color naranja está hecha con punto de coral (coral stitch), uno de mis favoritos en los mandalas y corazones que estoy haciendo. Por último, usé dos líneas del sencillo y decorativo punto de hilván (running stitch), la puntada más fácil de todas.
